Los CEOs encuestados consideran “significativo” su nivel de compromiso para mitigar los riesgos relacionados con la ciberseguridad; sin embargo, esta impresión contrasta con la del resto de ejecutivos, que perciben una involucración del CEO y la alta dirección más reactiva que proactiva en esta materia, sobre todo tras un incidente de seguridad con impacto en el negocio o ante requerimientos regulatorios.
No obstante, el informe señala que esta brecha va reduciéndose ya que, según el 46% de los entrevistados en el mundo (54% en España) las interacciones con el CEO en materia de ciberseguridad han aumentado en los últimos dos años.
El CEO debe empoderar al CISO y proporcionarle la responsabilidad, el liderazgo y los recursos necesarios para una adecuada gestión y mitigación de los riesgos de ciberseguridad. Nuestro informe señala que más del 21% de los CISOs encuestados en el mundo colocan al CEO entre las tres posiciones de la empresa con las que menos contacto tienen. Por ello, el CISO tiene que saber trasladar, tanto a la alta dirección como al negocio, un mensaje comprensible sobre los riesgos de seguridad.
Tanto los CEOs, como el resto de ejecutivos encuestados, mencionan objetivos similares en el ámbito de la ciberseguridad para los próximos tres años; siendo la protección, la resiliencia y la confianza, pilares básicos.
Los tres principales objetivos son:
En el caso de España, se destaca de forma muy notable la mejora del grado de cumplimiento con reguladores.