El 5G ya está aquí. Tras años gestándose, la quinta generación de conectividad inalámbrica empieza a ser una realidad que marca el comienzo de una era llena de nuevas posibilidades para muchos sectores. Los usos innovadores de esta tecnología, aplicados, por ejemplo, a los drones autónomos o en ecosistemas de ciudades inteligentes, prometen una mayor eficiencia y productividad para gobiernos y empresas en un mundo post-pandémico, con beneficios generalizables a todo el mundo.
Nuestro informe The global economic impact of 5G, cuantifica, por primera vez, el impacto económico de los usos actuales y nuevos de esta tecnología para 2030, en cinco grandes sectores -Salud, Eléctrico, Consumo y Medios de Comunicación, Industrial y Financiero-, y en ocho economías -Alemania, Australia, China, Corea del Sur, EE.UU., India, Japón y Reino Unido-. De esta forma, uno de los principales datos de nuestro análisis señala que el 5G supondrá una mejora de la eficiencia y de la productividad que impulsará el PIB mundial en 1,3 billones de dólares en 2030.
“La tecnología 5G va a suponer un salto cualitativo en la mejora de la productividad y en la transformación de los modelos de negocio en el futuro. Su capacidad es tal que todas las empresas deberían contar con un plan, a cinco años vista, para analizar su desarrollo y cómo aprovechar las nuevas oportunidades de negocio”.