Madrid, 5 de marzo de 2019. La mayoría de las transacciones empresariales, ya sea del lado del comprador o del vendedor, no generan todo el valor que deberían. Así se desprende el informe Creating value beyond the deal, elaborado por PwC y Megermarket a partir de una encuesta realizada a 600 directivos de compañías compradoras -en inglés, corporates- en todo el mundo. Desde el punto de vista del comprador, sólo el 61% de los ejecutivos entrevistados cree que su última adquisición generó el valor que esperaban. Mientras que, si miramos desde la óptica del vendedor, un 42% estima que su última desinversión le produjo, al menos, el mismo valor que si no la hubiera realizado.
El documento revela, por ejemplo, que, más de la mitad -el 53%- de las compras de empresas que se realizan tienen una rentabilidad inferior a la media de su sector -medida esta como el retorno total para el accionista (en inglés, Total Shareholder Return)-, durante los dos años posteriores al cierre de la operación. De nuevo, algo parecido sucede con las desinversiones, donde hasta el 57% de las ventas ofrecen una rentabilidad por debajo de la media de su sector.
El estudio constata que aquellos compradores que priorizan la creación de valor mejoran el retorno de la inversión un 14% en relación a las compañías de su sector; y un 6% en el caso de las desinversiones.
Y, ¿por qué sucede esto? El informe concluye que, fundamentalmente, porque en el momento en el que se cierran las operaciones, la atención de los directivos está puesta en otras cuestiones relevantes, pero más operativas como mantener el día a día del funcionamiento de la empresa y retener a los clientes u otros aspectos relacionados con el rebranding y con el cambio de los modelos operativos de las compañías (ver gráfico anterior). De hecho, solo el 34% de los directivos entrevistados en el estudio afirma que la creación de valor era una prioridad desde el Día Uno del cierre de su última transacción, aunque un 66% reconoce que debería haber sido así. En otras palabras, la operaciones más rentables y exitosas son aquellas en las que el objetivo de creación de valor está presente en las fases más iniciales del deal.
Si hablamos desde la perspectiva de los compradores, el 83% de los encuestados reconocen que tiene que mejorar sus planes de creación de valor. El 98% de los que aseguran que su última compra generó un valor significativo también afirman que contaron, desde un principio, con una metodología y una planificación adecuada.
Pero también hay otros aspectos que influyen de forma determinante en la creación de valor en una adquisición como son la gestión de los aspectos culturales y los relacionados con las personas. El 92% de los directivos participantes en el informe consideran que durante su última compra deberían de haber manejado mejor los aspectos relacionados con la comunicación y un 65% dice que han sido, precisamente, cuestiones culturales las que les han impedido sacar el máximo partido de su última transacción.
El estudio muestra como en el 50% de las transacciones en las que se produce una generación de valor significativa en relación con el precio compra, el porcentaje de empleados que dejan la compañía -y que nos hubiera gustado retener- oscila entre el 0% y el 5%. Mientras que en más del 80% de aquellas donde se destruyó valor, la pérdida de este tipo de profesionales se dispara entre el 11% y el 30%.
Sin nos ponemos, ahora, en el lado de los vendedores, nos encontramos con cuestiones similares. La necesidad de contar con un plan estratégico potente, de asegurarnos la buena marcha de la operación y de impulsar una cultura que priorice la creación de valor. El documento revela como, por ejemplo, todavía tenemos mucho margen de mejora a la hora de preparar determinados activos para la venta y hacerlos más atractivos para el comprador: así lo asegura más del 80% de los encuestados.
En un entorno empresarial como el actual, marcado por la velocidad del cambio tecnológico, por la inestabilidad y por la complejidad de los mercados, sacar el mayor partido posible a cada operación se ha convertido en una cuestión crítica para las compañías. En este sentido, el informe nos acerca las siguientes enseñanzas: