Las finanzas sostenibles se han convertido en muy pocos años en una tendencia imparable que está cambiando la manera de hacer banca. No, definitivamente no es una moda pasajera. Ha llegado para quedarse (la presión regulatoria, institucional y de la opinión pública es muy fuerte) y los bancos harán bien en abordar cuanto antes los muchos desafíos que plantea el desarrollo sostenible. Los obstáculos son importantes, pero ya se están removiendo y las oportunidades están a la vista: un gran potencial de negocio y una mejora de la reputación del sector, sobre todo entre los jóvenes, la franja de edad más comprometida con la sostenibilidad.
Finanzas sostenibles
El modo (no la moda) de hacer banca