Madrid, 14 de abril de 2022. El futuro del dinero es digital. Prueba de ello es que más del 80% de los bancos centrales de todo el mundo están considerando lanzar o ya tienen su moneda digital o CBDC (Central Bank Digital Currency, por sus siglas en inglés). Así se desprende del Índice Global Central Banks Digital Currencies 2022, elaborado por PwC, que analiza e incluye un ranking con los principales proyectos de los bancos centrales.
El estudio concluye que los proyectos de monedas digitales concebidos para el uso de la ciudadanía están, en general, en un nivel de madurez y desarrollo mayor que aquellos destinados para las entidades financieras en sus relaciones con los bancos centrales, aunque el año pasado tuvieron lugar algunos pilotos interesantes.
Los proyectos en el ámbito de la banca retail que encabezan el ranking son el eNaria, liderado por el Banco Central de Nigeria -la primera CBDC de África y que espera incrementar los niveles de inclusión financiera en el país del 64% al 95%-, y el Sand Dollar, emitido por el Banco Central de las Bahamas, como moneda de curso legal en octubre de 2020, convirtiéndose así en el primer país en lanzar una moneda digital. China ha sido la primera gran economía en poner a prueba una CBDC, en 2020, con el yuan digital, y a lo largo de este año tiene previsto programas piloto en 12 ciudades, incluidas Pekín y Shangai.
En cuanto a las iniciativas de monedas digitales dentro del sector financiero, el más relevante es el esfuerzo combinado entre la Autoridad Monetaria de Hong Kong (HKMA) y el Banco de Tailandia (BoT) para lanzar el proyecto mBridge, centrado en el desarrollo de un prototipo de prueba de concepto para permitir los pagos transfronterizos de divisas en tiempo real con tecnología distributed ledger (sobre la que se basta también blockchain). También se sitúa entre los destacados el trabajo de la Autoridad Monetaria de Singapur (MAS), con dos nuevos proyectos de moneda digital, mientras continúa el desarrollo de una CBDC para los pagos cruzados de divisas.
En el caso de la Unión Europea, el desarrollo de monedas digitales respaldadas por el BCE está todavía en una fase preliminar y, de hecho, en nuestro informe el banco emisor europeo ocupa la posición 36 del ranking. La Comisión Europea anunció, el pasado mes de febrero, que tiene previsto hacer una propuesta de directiva sobre el euro digital a principios de 2023, aunque la decisión final todavía no está tomada y un hipotético euro digital no estaría en marcha antes de 2025.
El BCE, por su parte, creó, en octubre del año pasado, el llamado Market Advisory Group, integrado por 30 profesionales de la industria de los medios de pago para analizar la creación de una moneda digital, y se espera para finales de 2023 la decisión final para acometer el desarrollo y las pruebas técnicas para la puesta en marcha del euro digital.
Finalmente, en Índice Global Central Banks Digital Currencies 2022 de PwC también ofrece una visión general de las stablecoins -o criptomonedas estables-: monedas digitales garantizadas por una moneda fiduciaria, como el euro o el dólar, que suponen un vínculo entre ecosistema financiero tradicional y las tecnologías digitales.
“Las monedas digitales de los bancos centrales traen una serie de retos que deben cubrirse atendiendo a las necesidades reales de uso, como la posibilidad de emitir pagos off-line, y al control de los riesgos asociados. Por tanto, deben ser líneas de trabajo prioritarias dentro de las fases de desarrollo e investigación. El dinero digital es una realidad y Europa no debe llegar tarde a esta transformación del sistema financiero. Debemos dar un paso adelante en la correcta regulación de los criptoactivos”.