Madrid, 5 de marzo de 2020.- ClosinGap presenta el Índice ClosinGap, el primer indicador en España que permite cuantificar y seguir anualmente la evolución de la igualdad de género en el país. El indicador, resultado del informe elaborado por PwC, se sitúa como herramienta de referencia y mide la paridad en cinco grandes categorías – Empleo, Educación, Conciliación, Digitalización y Salud y Bienestar – mediante un análisis pormenorizado en un total de 28 variables clave para el desarrollo personal y profesional de una sociedad.
El informe también cuantifica el impacto económico de las brechas de género y su incidencia, directa o indirecta en el PIB a través del mercado laboral. Son tres los aspectos clave en el empleo que penalizan a la mujer y, en consecuencia, a la economía: su participación más reducida en el mercado laboral, el menor número de horas trabajadas debido a la mayor tasa de parcialidad y la sobrerrepresentación que tienen en sectores económicos menos productivos. Esta situación provoca que las mujeres, a pesar de representar el 51,4% de la población en edad de trabajar, solamente contribuyan a un 41,5% del PIB.
Eliminar estas desigualdades del mercado laboral, en su conjunto, supondría sumar 230.847 millones de euros, esto es, un 18,5% del PIB. Además, este incremento potencial en la economía vendría impulsado por la creación de 3,2 millones de empleos femeninos equivalentes a jornada completa y por el aumento promedio de la productividad femenina de 1.301 euros.
En 2020, el Índice ClosinGap se situó en el 64,1%, entendiendo el 100% como la paridad total, y revela, por tanto, un 35,9% de brecha de género que todavía queda por cerrar. El análisis apunta también a que esta brecha se ha estrechado cuatro puntos en el periodo analizado (2015 – 2020). De mantenerse la tendencia de estos últimos cinco años, la brecha de género en España no desaparecería por completo hasta 2055, es decir, quedan todavía 35 años para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres.
"El Índice ClosinGap es el primer indicador de estas características que existe en España y de los pocos que existen a nivel internacional y nos va a permitir, por primera vez, poner cifras y medir el coste de oportunidad de las brechas de género de nuestro país, así como seguir su evolución año a año. Es un indicador con una metodología muy sólida y contrastada, que será decisivo para medir y acelerar los avances en materia de género"
El Índice ClosinGap sitúa la categoría Conciliación a la cola, con la brecha más acusada, dado que aún queda un 56% por cerrar. El informe pone de manifiesto que las mujeres siguen asumiendo la mayor parte del trabajo no remunerado, principalmente tareas del hogar y cuidado de hijos, hecho que se traduce en unas tasas de inactividad y parcialidad laboral mucho más elevadas. A pesar de que este es uno de los aspectos más arraigados en la sociedad española, y que frena de forma significativa la progresión profesional y económica de la mujer, el informe desvela que la conciliación es la brecha que se está estrechando a un mayor ritmo anual (4,4% desde 2015). Si se mantiene esta progresión, las diferencias en este ámbito serán inexistentes en 2040, dentro de 20 años.
Dentro de la categoría Empleo, la brecha por cerrar es del 35%. Aunque las mujeres cada vez participan más en el mercado laboral y durante más años, continúan trabajando menos horas y con un menor salario que los hombres, lo que se refleja a su vez en pensiones de jubilación más bajas. A este contexto se le añade el denominado ‘techo de cristal’ y la escasa presencia de la mujer en posiciones de liderazgo y toma de decisiones.
Los resultados son contundentes ya que, a pesar de la progresiva incorporación de la mujer al mercado de trabajo en las últimas décadas, la brecha es aún muy acusada. Si se equiparase la participación laboral de las mujeres a la de los hombres, el PIB español podría aumentar un 10,1%. Del mismo modo, si las horas trabajadas de las mujeres fuesen las mismas que las de sus homólogos masculinos, el PIB podría crecer hasta un 7,5%. Por último, si se igualase la distribución sectorial del empleo femenino a la de los hombres, el PIB se incrementaría hasta un 1%.
En palabras de Ana Polanco, directora del Comité Ejecutivo de ClosinGap, Head of Operations Europe en Merck y presidenta de ASEBIO: “Desde los inicios de ClosinGap, nos planteamos la necesidad de desarrollar un indicador propio para medir de forma integrada y objetiva la paridad y el impacto de la desigualdad en el PIB. Ahora, tras dos años y medio de andadura, y con un proyecto maduro y consolidado detrás, ClosinGap presenta un indicador de referencia que servirá para que instituciones públicas y empresas privadas trabajemos de la mano con el objetivo de transformar la sociedad y construir una economía más saludable contando con el talento femenino”.
En el ámbito de la Educación, el Índice ClosinGap sitúa la brecha en el 32,1%. Las mujeres cuentan con mayor educación universitaria que los hombres, pero tienen un acceso muy bajo, en proporción a ellos, a las carreras de Ciencias, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas (STEM), que son el presente y futuro del mundo laboral. Este es el motivo por el que esta brecha es la única de las cinco que ha experimentado una evolución negativa en los últimos años.
En cuanto a Digitalización, pese a que no se aprecian diferencias relevantes en el uso de nuevas tecnologías a nivel usuario entre hombres y mujeres, el porcentaje de mujeres especializadas en TIC en el mercado laboral es aún muy bajo, con una brecha del 28,7%.
Por último, la categoría de Salud y Bienestar alcanza la mejor puntuación (15,5%) y es el ámbito en el que España más ha evolucionado. La paridad está más cerca, pero el informe refleja que a pesar de que las mujeres viven más años, lo hacen con peor salud y calidad de vida que los hombres. Y, además, tienen mayor riesgo de sufrir pobreza y exclusión social.
“Debemos trabajar para construir una sociedad más justa y equitativa, así como una economía fuerte, especialmente en el contexto de crisis y recesión actual. Desde ClosinGap le hemos puesto cifra al impacto económico que la desigualdad de género tiene para la economía española, demostrando los beneficios que cerrar las brechas de género tiene tanto a nivel económico como social. Es, por ello, prioritario aunar esfuerzos y seguir trabajando conjuntamente para cerrar todas las brechas, posicionando a la mujer como palanca clave para la recuperación económica del país”, asegura Marieta Jiménez, presidenta de ClosinGap y presidenta europea de Merck Healthcare.