Formación y Engagement
En primer lugar, y como no podía ser de otro modo, la contribución de la empresa a este ODS pasa por proporcionar formación de calidad a sus empleados, tanto competencias técnicas, como en soft skills, y garantizando la igualdad de oportunidades. Además, más allá de la formación ofertada directamente por la empresa, otorgar determinados incentivos tanto económicos como en materia de flexibilidad para llevar a cabo acciones formativas, puede ser una vía complementaria para retener al talento clave de una organización, a la vez que se traslada todo este nuevo conocimiento a la compañía.
Gestión del talento y del gap formativo
En segundo lugar, el sector privado tiene la oportunidad de mitigar el desajuste existente entre la educación impartida en los centros educativos y las expectativas y requerimientos del mercado laboral y mejorar la empleabilidad de los graduados, a través de programas de formación desarrollados junto a escuelas y universidades; becas y oportunidades de acceso al mercado laboral; o fomento de la diversidad mediante la presencia de niñas, jóvenes y mujeres en disciplinas STEM.
Compromiso social
Las empresas son conscientes de que el desarrollo de su actividad impacta en sus grupos de interés y en el entorno en el que operan y, en este marco, reafirman cada vez más su compromiso de apoyar y contribuir de manera positiva en el desarrollo de la sociedad. La educación es un ámbito de actuación completamente transversal que afecta a todas las empresas y países. En este, las compañías pueden apoyar programas de formación y orientación laboral accesibles para los colectivos más vulnerables, orientados a minimizar el fracaso escolar y la reinserción en el mercado laboral; fomentar el voluntariado corporativo dirigido a cubrir la brecha entre la educación y el mercado laboral o impulsar iniciativas que mejoren el acceso a la educación en los países menos desarrollados donde las compañías desarrollen su actividad.
Posicionamiento estratégico
En cuarto lugar, las empresas pueden generar alianzas estratégicas a largo plazo con actores del sistema educativo a través del desarrollo de cátedras universitarias, proyectos de investigación y observatorios; colaborar con foros y asociaciones sectoriales o temáticas; o posicionarse en materia de sostenibilidad mediante la concienciación sobre la importancia de los ODS y de la formación en materia de desarrollo sostenible. Todas estas acciones pueden convertirse en un activo intangible de valor estratégico para la compañía, a la vez que una oportunidad para influir en el sistema educativo