Se trata de la 15ª edición del Net Zero Economy Index, que mide los avances de las veinte mayores economías del mundo (G-20) para reducir sus emisiones de CO2 y descarbonizar su actividad productiva.
El planeta alcanzó una tasa de descarbonización de sólo el 2,5% en 2022, lo que significa que ahora se necesita una tasa de descarbonización del 17,2% de media al año para limitar el calentamiento global medio a 1,5°C y situarse por debajo de los niveles pre industriales. Es decir, una reducción siete veces mayor que la registrada el año pasado (2,5%). Aunque esta cifra es contundente, nuestro análisis también revela que el año pasado se produjo un aumento en el uso de las energías renovables, lo que demuestra el potencial de una transición acelerada y liderada por el mercado. Esta evolución, junto con el plan de acción de la Presidencia de la COP28 para que la capacidad de energía renovable se triplique en 2030 y la acción neta cero aumente en las agendas de los Consejos de Administración, está generando el impulso necesario para ampliar los esfuerzos de descarbonización.
Los resultados son un recordatorio urgente de que debemos actuar para alcanzar los ambiciosos objetivos de cero emisiones netas. Este año puede convertirse en el año en que, finalmente, se desencadene el verdadero potencial de las empresas, los mercados de capitales y la competencia para impulsar innovaciones revolucionarias, reducciones aceleradas de las emisiones y cambios masivos de comportamiento. No obstante, es necesario que los gobiernos y la política se alineen -tanto entre los países como dentro de ellos- para aportar claridad a la inversión privada a escala.
Hay esperanza, pero corremos el riesgo de hacer muy poco y demasiado tarde. Ya no nos preguntamos si es necesaria una transición urgente a una economía con cero emisiones netas, pero este podría ser nuestro último año para ver si seremos capaces de actuar con suficiente rapidez.
“El hecho de que el mundo necesite descarbonizarse siete veces más rápido de lo que lo está haciendo nos recuerda que debemos actuar de forma urgente si queremos alcanzar una economía neta cero. Aunque en España estamos en niveles de intensidad de emisiones mucho mejores que la media global, en los últimos 2 años hemos empeorado la misma mientras que a nivel global esta se ha ido reduciendo”
— Pablo Bascones, socio responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático de PwC.