Crecimiento en tiempos de COVID-19
Las empresas familiares han sido resilientes ante la pandemia y están preparadas para liderar la recuperación.
El informe señala que la pandemia ha puesto a prueba la solidez y la capacidad de adaptación de los negocios familiares ante las restricciones económicas. Sólo el 34% de las compañías entrevistadas -el 36% de las españolas-, se han visto obligadas a recortar dividendos, y el 31% -28% en España-, a realizar recortes salariales.
La resiliencia también se extiende a las perspectivas de futuro: pese que a finales del año pasado el 64% de las empresas familiares españolas esperaban una caída de sus ingresos en 2020 como consecuencia de los efectos de la COVID-19 -casi veinte puntos por encima de la media mundial -, el 78% espera volver a los niveles de crecimiento previos a la a la pandemia -un 86% a nivel global-.
A cinco años vista, las compañías familiares españolas tienen previsto, entre sus prioridades, aumentar su nivel de diversificación y que la próxima generación se haya convertido en accionista mayoritario de la compañía.
Sostenibilidad: de la ambición a la acción
Es hora de que las empresas familiares incorporen la ESG a su estrategia.
Para ello, ¿qué necesitan? Acciones y un cambio de mentalidad. Pese a que las empresas familiares cuentan, por sus valores y su legado, con una mejor predisposición inicial para liderar las cuestiones de sostenibilidad, la encuesta nos dice que no le estaba dando la prioridad necesaria a estas cuestiones. No basta con querer, hay que actuar. Pese a que el 55% de las empresas familiares dicen estar dispuestas a impulsar las cuestiones de sostenibilidad, sólo el 37% de los entrevistados en todo el mundo -y el 41% en España-, cuentan con una estrategia claramente definida y comunicada.
Y aunque el 80% de las empresas familiares -el 72% en España- realiza algún tipo de actividad de responsabilidad social, es necesario que la sostenibilidad sea una pieza fundamental en su operativa y en su estrategia de negocio a largo plazo. De lo contrario, podrían ser penalizadas por consumidores y reguladores.
Por detrás en materia digital
La pandemia ha acabado con cualquier duda acerca de los beneficios de la transformación digital.
Las empresas familiares con buenas capacidades digitales y con mejor acceso a los datos han gestionado mejor la situación.
Sin embargo, son una minoría de compañías. El 79% de los empresarios familiares encuestados en España afirman estar comprometidos con la innovación y la tecnología pero solo el 14% dan por completado su digital journey.
La apuesta masiva por los servicios digitales y por los modelos de teletrabajo han puesto de relieve la importancia de contar con sólidas capacidades digitales. No obstante, aunque lo digital ha estado presente en las agendas de las empresas familiares durante años, el avance está siendo lento. Y la próxima generación de empresarios familiares -NextGen- puede ser la clave para impulsar de forma definitiva este cambio. Para ellos la digitalización, la innovación y la tecnología son más que una prioridad.
Confianza y cohesión familiar
Las relaciones en las empresas familiares son su fortaleza pero, cuando surgen conflictos, pueden ser también un obstáculo.
Los conflictos en las empresas familiares son inevitables: sólo un 21% de los encuestados en España aseguran no haber tenido nunca; mientras que más del 75% admite que existen. Lo normal es que se gestionen dentro de la familia, sin recurrir a terceros ni a mecanismos de resolución, lo cual, apunta el informe, podría explicar por qué siguen existiendo altos niveles de conflicto.
La armonía familiar nunca debe darse por sentada: necesita trabajo y planificación. Por ello, las empresas familiares pueden beneficiarse enormemente de una estructura clara y profesional para la resolución de conflictos.