La mayoría de nuestros expertos considera que es un motivo de orgullo que España alcance este año la cuota del 50% de generación eléctrica verde porque de esta manera dependeremos menos de otros países y será más barata. No obstante, también hay un número importante de encuestados que opinan que aunque los objetivos son adecuados, deberían establecerse plazos más realistas para una mejor adaptación de la industria y la tecnología.
Lo que demuestran claramente las respuestas del conjunto de los encuestados es que entre ellos no hay negacionistas sobre el cambio climático. Cuando se les pregunta por los objetivos de la UE sobre reducción de emisiones y la neutralidad climática para 2050, sólo el 7% considera que “no tienen sentido porque no está demostrado que el cambio climático esté relacionado con la quema de combustibles fósiles”. No obstante, el 34% apunta que esas metas son “imposibles de alcanzar”.
Para un buen número de los encuestados (el 40%) los objetivos son muy difíciles de lograr, pero creen que se conseguirán con importantes sacrificios. Casi el mismo porcentaje estima que supondrán un gran golpe a la industria europea y se rectificarán, mientras que el 42% dice no estar ni de acuerdo ni en desacuerdo con esta afirmación.
El informe aborda los efectos que pueden tener las guerras en Ucrania y en Oriente Medio sobre la conciencia ecológica. La respuesta con más seguidores ha sido que sí acelerará esta preocupación porque “se ha demostrado el alto precio que paga Europa por su vulnerabilidad energética frente a Rusia o los países árabes”, con un 41% de los apoyos. Pocos, solo un 15% apuntan que una vez que se resuelvan los conflictos, la tendencia será continuar con los combustibles fósiles, “que son más baratos”.
A los encuestados, expertos, empresarios y directivos se les cuestionó sobre España y si se puede considerar un orgullo que esté a la cabeza mundial en renovables. La mayoría (un 53%) dice que sí, porque dependeremos menos de otros países y tendremos energía más barata; solo el 8% está en contra de esta afirmación. También más de la mitad sostienen que “será un legado para futuras generaciones: vivir sin contaminar”. Y de nuevo son unos pocos los que creen que no hay que sentir orgullo “porque llega demasiado tarde y el calentamiento ya no tiene remedio”, un 7%, o el 2% que dice que no “porque el precio que vamos a pagar en empleo y costes no compensará”.