Tendencias globales de la industria de M&A en 2024: qué esperar en el segundo semestre del año

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El espectáculo del mercado de M&A debe continuar

A pesar de las expectativas de un repunte en la actividad de fusiones y adquisiciones en enero, una densa niebla de incertidumbre ha envuelto el mercado de M&A, que ha provocado un fuerte descenso en las operaciones durante la primera mitad de 2024. ¿Cuál ha sido la causa y, más importante aún, cuánto tiempo durará? En PwC, hemos identificado varios factores macroeconómicos, incluidas algunas anomalías del mercado, que creemos pueden ser clave para restaurar la confianza de los inversores y de los profesionales de M&A, y así retornar la actividad del sector a unos niveles más razonables.

Si hay algo seguro en medio de toda esta incertidumbre, es que la actividad de M&A se recuperará, aunque probablemente lo hará más rápido en unos sectores que en otros. Las transacciones deben continuar, pese a la incertidumbre del momento. Esto se debe a que la necesidad de realizar operaciones es mayor que nunca. Como señala el informe ‘Global M&A Industry Trends 2024 - perspectivas para segundo semestre’, elaborado por PwC, cada mes que pasa con un número reducido de operaciones, se crea más presión sobre los fundamentos estratégicos y económicos que sustentan las transacciones. Los bajos niveles de actividad de los últimos dos años y medio, han generado una demanda acumulada, especialmente por parte de los fondos de capital privado. Además, las empresas están recurriendo a operaciones para acelerar el crecimiento y reinventarse en un momento de cambio y entorno dinámico: la inteligencia artificial está revolucionando los modelos de negocio, y parece que todo el mundo está invirtiendo en ella. El deseo de los CEOs de impulsar el crecimiento de sus empresas en una economía de bajo crecimiento también está generando oportunidades de M&A. Dentro de los sectores, hay factores específicos que favorecen un enfoque de crecimiento inorgánico frente al orgánico  en muchas situaciones. 

Ninguno de estos imperativos desaparecerá en el corto plazo. Por lo tanto, la cuestión no es si las fusiones y adquisiciones volverán a reactivarse, la cuestión es cuándo. Estamos viendo un repunte de la actividad entre los vendedores, preparándose para la venta, planes de negocio en desarrollo y muchas due diligence de venta en marcha o comprometidas. Aunque es algo circunstancial -y demasiado pronto para que se refleje en el volumen de operaciones-, esta actividad también es un buen indicador para los compradores, ya que se espera que en los próximos seis meses salgan al mercado más activos y negocios de calidad.

El imperativo de las operaciones

Las carteras de los fondos de private equity están listas para vender. A principios de año, según PitchBook, las firmas de capital privado contaban con más de 27.000 compañías en cartera en todo el mundo, de las cuales aproximadamente la mitad tenían al menos cuatro años de antigüedad, el periodo típico de preparación para la salida. De aquí a finales de año, la mayoría de esas inversiones acumularán seis meses más. Hay muchas firmas de private equity en proceso de captación de fondos, que están siendo presionadas por los inversores debido a que los retornos que han obtenido han sido muy limitados, lo que incrementa la urgencia por vender. Una circunstancia que puede afectar, además,su capacidad para atraer nuevo capital.

Las empresas -o corporates-  están focalizadas en buscar transacciones para acelerar su crecimiento y lograr transformar sus negocios. Las compañías se encuentran en un entorno más disruptivo, complejo e incierto, por factores macroeconómicos, cuestiones geopolíticas y cambios tecnológicos -ahora acentuados por la IA-, todo lo cual crea la necesidad de que las empresas innoven y reinventen sus negocios. Aquellas que cuenten con una estrategia de M&A  bien pensada, para optimizar sus carteras mediante la adquisición de las capacidades, el talento y la tecnología adecuados o para desinvertir en los, activos no esenciales, serán las mejor situadas para tener éxito.

La IA puede ser un catalizador para todo tipo de transacciones. La IA -en particular la IA generativa- tiene la capacidad de transformar empresas, desde grandes compañías a startups, así como sectores e industrias en su totalidad. Aunque la IA generativa aún está en sus primeras fases de desarrollo, su impacto en las empresas y en la sociedad ya empieza a ser significativo. La IA tiene la capacidad de crear enormes eficiencias de costes, permitir nuevas fuentes de ingresos, abrir nuevos canales con los clientes y mejorar la propuesta de valor, por un lado, y comoditizarla, por otro. La ola de la IA está llegando, y creemos que exigirá a las empresas que reevalúen sus estrategias, sus modelos de negocio, sus mercados y a sus competidores. Las transacciones generadas por todo este movimiento pueden ir desde las fusiones y adquisiciones tradicionales hasta las asociaciones, alianzas y otras relaciones innovadoras que no hemos visto antes.

El crecimiento inorgánico es necesario para superar el escaso crecimiento orgánico. Los factores macroeconómicos y las medidas de política monetaria en muchos países han creado un entorno de bajo crecimiento económico en el que el incremento orgánico de los ingresos será mucho más difícil de conseguir. En consecuencia, las empresas pueden tener que recurrir a la actividad de M&A como parte de sus estrategias de crecimiento inorgánico para incrementar sus ingresos.

Existen numerosos sectores que se pueden beneficiar del mercado de M&A para impulsar su  estrategia de crecimiento inorgánico. A continuación destacamos algunos de ellos:

  • Empresas farmacéuticas que adquieran empresas de biotecnología para cubrir las lagunas que en los próximos años van a dejar la finalización de algunas patentes.

  • Compañías de automoción que se hagan con activos relacionados con el mundo de la conectividad, la automatización, de la movilidad compartida o que inviertan en materias primas para asegurarse el acceso a minerales críticos para la producción de baterías a medida que avanzan hacia la electrificación.

  • Empresas tecnológicas que invierten en capacidades de IA, en ciberseguridad y en la nube en respuesta a la digitalización y la disrupción tecnológica.

  • Compañías de energía del ámbito de la producción de combustibles fósiles -upstream-, que buscan consolidarse para impulsar una mayor eficiencia a través del tamaño y para tener acceso a nuevas reservas de petróleo y gas.

También es importante destacar el mayor impacto que esta recesión está teniendo en la actividad de los fondos de private equity que en los grupos corporativos. Las fusiones y adquisiciones donde participaron fondos descendieron un 34% en el primer semestre de 2024. En el caso de los grupos corporativos, el descenso fue del 18%. Las grandes empresas han aumentado su cuota del mercado de M&A, habiendo pasado en los dos últimos años del 60% al 64%. Esto puede atribuirse en parte, a una ventaja competitiva derivada de la menor dependencia de la deuda por parte de las compañías frente a los fondos de private equity.

Desde el punto de vista del valor de las operaciones a las firmas de private equity les ha ido mejor, principalmente, debido a haber realizado algunas de las transacciones de mayor tamaño en la primera mitad del año. Aunque las grandes operaciones corporativas de este año superaron con creces a las impulsadas por el capital privado, las operaciones protagonizadas por los private equity sugieren que el sector está recuperando el apetito por realizar operaciones de mayor tamaño. Algunas de estas operaciones anunciadas en lo que va de año incluyen la adquisición de 12.600 millones de dólares por parte de un grupo de inversores liderado por las firmas de capital privado Stone Point Capital y Clayton, Dubilier & Rice de la participación restante en Trust Insurance Holdings; la propuesta de adquisición de Global Infrastructure Partners por parte de BlackRock, por valor de 12.500 millones de dólares; y la propuesta de adquisición de Squarespace, Inc. por parte de Permira, por valor de 6.900 millones de dólares.

Un mercado en recuperación: obstáculos a superar

Varios factores han contribuido a la desaceleración del mercado de M&A en los dos últimos años. El análisis de periodos anteriores de incertidumbre puede ofrecer pistas sobre cómo van a evolucionar las cosas. Pero esta vez, algunas anomalías llamativas parecen haber dado la vuelta a los criterios y los acuerdos del pasado. Comprender las distintas fuerzas en juego puede ayudar a los inversores a evaluar mejor los riesgos, planificar escenarios y desarrollar estrategias, dándoles más confianza para actuar en el momento adecuado.

En el mercado de renta fija, la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense lleva casi dos años invertida, lo que significa que los bonos a corto plazo rinden más que los bonos a largo. Históricamente, la curva de rentabilidad invertida se consideraba el indicador de una recesión inminente, que todavía no se ha producido. Las economías más grandes, como la de Estados Unidos, están consiguiendo mantenerse en la senda correcta, en parte gracias a los continuos estímulos públicos y a la solidez del mercado laboral. Los recientes recortes de los tipos de interés anunciados por Suiza, Suecia, Canadá y por el Banco Central Europeo, pueden indicar que se avecinan nuevas bajadas. Estas, tan esperadas desde hace tiempo, serán bien recibidas por los inversores que deseen financiar adquisiciones con deuda. En la actualidad, los tipos de interés más elevados reducen la rentabilidad, lo que pone un mayor énfasis en la creación de valor de una posible operación.

La brecha entre las expectativas de los compradores y los vendedores sigue siendo significativa en muchos sectores, en parte porque los activos que se han transaccionado en el último año solían ser los más deseados y han logrado buenos múltiplos. Esto ha generado en algunos una esperanza infundada respecto a los múltiplos que pueden esperar obtener por la venta de activos más normales. Los private equity, en particular, tienen cierto temor de que otros activos de sus carteras—si se transaccionan—puedan valorarse por debajo de las expectativas. El mercado bursátil, aún en alza, también es un factor a tener en cuenta, con cotizaciones que se han disparado, en parte por la prometedora IA generativa, a pesar de que las bajadas esperadas de los tipos de interés son más lentas de lo previsto. Es como si los mercados financieros hubieran descontado las bajadas de tipos de los bancos centrales mucho antes de que se produjeran. La incertidumbre puede ser positiva para la actividad de fusiones y adquisiciones si los mercados ahora, en una situación poca actividad, dan a los inversores la oportunidad de asumir riesgos. Pero en este caso, la combinación de incertidumbre con las altas valoraciones suponen un obstáculo.

Este año ya ha sido testigo de un estallido de actividad electoral, con comicios en el Reino Unido, Estados Unidos y otros países, en la segunda mitad del año. Será entonces cuando se acaben de digerir los resultados de las elecciones de junio y julio en Francia, India, Reino Unido, y al Parlamento Europeo. Los inversores y los mercados suelen desconfiar de las elecciones por la incertidumbre que generan. Y los bancos centrales tienden a ser cautelosos a la hora de modificar los tipos de interés para evitar que se piense que se hace  -con razón o sin ella- por motivaciones políticas. En Estados Unidos, esto significa que la Reserva Federal podría esperar hasta finales de año o principios de 2025 antes de aplicar finalmente los recortes de tipos que el mercado espera desde hace tiempo.

 

Las tensiones globales han aumentado, añadiendo complejidad a la situación. No parece probable ninguna solución fácil ni rápida para la guerra en Ucrania o el conflicto en Oriente Medio. De hecho, no se puede ignorar el riesgo de que se produzca una escalada. La relación entre Estados Unidos y China también sigue afectando a los mercados, especialmente en un año electoral en EE. UU. Todo esto contribuye a un clima geopolítico incierto.

 

Una economía debilitada, especialmente si entra en recesión, podría llevar a recortes del precio del dinero, pero también podría hacer que el crecimiento se convierta en un desafío, creando una incertidumbre adicional para los inversores. Los recientes recortes de tipos del Banco Central Europeo, junto con los de otros países, pueden ofrecer un rayo de esperanza a un cambio de tendencia. Una corrección de los mercados financieros podría cerrar la brecha existente en las valoraciones; aunque hasta ahora, los mercados bursátiles han continuado en una tendencia alcista, y muchos están en máximos históricos. Esperamos que, a finales de año, los datos económicos determinen la dirección de los tipos de interés y, salvo sorpresas, que los resultados electorales estén en su mayoría cerrados. Cuanto antes se resuelvan los desafíos actuales, sin que surjan otros nuevos en su lugar, más favorables serán las condiciones del mercado de M&A.

Señales del mercado de M&A para los inversores

Aunque los factores que hemos enumerado anteriormente contribuyen a la indecisión del mercado de M&A, también estamos observando algunas señales que pueden ayudar a guiar a los inversores a salir de la incertidumbre. A continuación enumeramos los principales.

La enorme presión ejercida por los inversores sobre las firmas de private equity para que devuelvan el capital, mencionada anteriormente, es un indicador importante. Aunque los mercados de OPV han estado prácticamente cerrados durante los dos últimos años, hemos observado un tímido retorno de las ofertas públicas de venta en algunos sectores, sobre todo en el tecnológico. Si esta tendencia continúa, las empresas más grandes de las carteras podrían volver a encontrar en las OPV, una estrategia de salida viable. Sin embargo, a corto plazo, esperamos que muchas compañías consideren esta alternativa como una opción, con un enfoque de dual-track para la salida, es decir, salida a bolsa o venta a un tercero. Mientras se mantiene el optimismo en cuanto a la recuperación del mercado de OPV y aumenta el número de empresas que esperan salir a bolsa, la ventana para hacerlo en 2024 se va estrechando  debido a las elecciones. Además, los inversores se muestran cautelosos tras los decepcionantes resultados de las recientes OPV. Esto ha elevado el listón para las OPV, lo cual puede beneficiar a las operaciones de M&A como vía de salida. 

La financiación del mercado de M&A es más fácil de conseguir ahora que durante los dos últimos años. Los mercados de deuda de investment-grade, los mercados de bonos de alta rentabilidad y de préstamos apalancados, mostraron una mayor actividad emisora en el primer semestre de 2024 que en el primer semestre de 2023. Los mercados de bonos de alto rendimiento y de préstamos apalancados de Estados Unidos y Europa van camino de duplicar prácticamente los importes de 2023: la emisión de deuda en los mercados de bonos de alto rendimiento de Estados Unidos y Europa alcanzó los 201.000 millones de dólares en el primer semestre de 2024, frente a los 223.000 millones de todo 2023, y las emisiones de los mercados de préstamos apalancados de Estados Unidos y Europa ascendieron a 359.000 millones de dólares, frente a los 379.000 millones del mismo periodo.

En el primer trimestre de 2024, el capital privado representó una cuota del 24,1% del total de las operaciones, frente al 20,6% en 2022, según datos de Preqin. Los activos bajo gestión por el capital privado en todo el mundo crecieron en torno a un 8% de media anual en los últimos cinco años, hasta alcanzar un total de 13,3 billones de dólares en 2023. Las mayores firmas de capital privado han logrado un crecimiento de dos dígitos en los últimos cinco años, a pesar de las considerables turbulencias del mercado provocadas por la pandemia del COVID-19 y por las subidas de los tipos de interés. Y algunos de estos gigantes están creando plataformas de capital privado que permiten a los gestores de inversiones alternativas ser más activos. Los fondos soberanos y las family offices también son fuentes de fondos disponibles para la inversión. Junto con el retorno de los préstamos bancarios sindicados, esto significa que el capital para financiar operaciones es abundante, aunque tiene un coste.

Se espera que la transición energética genere importantes oportunidades de M&A a medida que los inversores apuestan por el papel que desempeñará para ayudar a la sociedad a alcanzar los objetivos de cero emisiones netas. Las empresas deberán adoptar un enfoque innovador para reconfigurar sus modelos de negocio para lograr esta importante transformación, y las transacciones desempeñarán un papel importante. Además, la inversión tendrá que proceder de múltiples fuentes, incluidos los sectores público y privado, para financiar el enorme coste a medio plazo de la transición. Las medidas de los gobiernos, como los cambios de las políticas para fomentar la inversión o la participación en proyectos específicos, crearán grandes fondos de capital respaldados por el Estado -siempre que el aumento de la deuda pública y de los tipos de interés más altos no limiten estas inversiones- y el potencial de rentabilidad atraerá a inversores a estas áreas. En cualquier caso, la magnitud de la inversión necesaria convierte al capital privado en una pieza clave de la solución, y ya están surgiendo nuevos fondos centrados específicamente en invertir en la transición energética. Se espera que esto dé lugar a las fusiones y adquisiciones y otro tipo de acuerdos , incluidas empresas conjuntas, alianzas o asociaciones, que permitan a las compañías apuntalar las cadenas de suministro y garantizar el acceso a sus necesidades energéticas mediante su transformación -o incluso su reinvención.

Para acelerar sus procesos de transformación, los grupos corporativos están evaluando sus carteras para identificar carencias en capacidades, talento y tecnología, así como activos no esenciales para desinvertir. La propuesta de adquisición de Ansys por Synopsys es un ejemplo del deseo de combinar las capacidades de cada empresa -las soluciones de automatización del diseño electrónico de semiconductores de Synopsys y las capacidades de simulación y análisis de Ansys-, para acelerar la estrategia y el crecimiento en áreas adyacentes. La adquisición por parte de The Home Depot de SRS Distribution, una empresa de distribución comercial de productos residenciales especializados, tiene como objetivo acelerar su crecimiento con clientes profesionales y aumentar el mercado profesional total al que puede dirigirse. La decisión recientemente anunciada por Unilever de separar su negocio de helados del resto de sus marcas y la propuesta de Sanofi de separar su negocio de atención médica al consumidor son dos buenos ejemplos de revisiones de cartera que llevaron a grandes separaciones (carve outs), una tendencia que esperamos que continúe en otros grandes grupos corporativos.

La subida de los tipos de interés y las difíciles condiciones del mercado han ejercido una presión adicional sobre muchas empresas, lo que ha provocado un aumento de la actividad de reestructuraciones. La automoción, el retail y ciertos tipos  de activos inmobiliarios están experimentando mayores niveles de dificultad, por lo que esperamos ver un nuevo repunte de las fusiones y adquisiciones de compañías en dificultades en la segunda mitad de 2024 en algunos sectores. Las operaciones en situaciones de crisis, ofrecerán nuevas oportunidades a las empresas compradoras que busquen cubrir vacíos en sus competencias y en su alcance geográfico.

En el primer semestre de 2024 se anunciaron 35 mega deals, un 16% más que en el mismo periodo del año anterior. Un país -Estados Unidos- y dos sectores -tecnología y energía- concentraron la mayor parte de la actividad, por motivos específicos. En energía, por ejemplo, la transición mundial hacia fuentes de energía renovables está acelerando la consolidación en el sector del petróleo y el gas. En el sector tecnológico, la inteligencia artificial y los avances tecnológicos mantienen activo al sector. Si los mega deals empiezan a extenderse más allá de estos dos sectores, será un indicador de que está empezando a producirse una recuperación más amplia del mercado.

De repente, son los grupos corporativos , y no los fondos de private equity, los que parecen llevar ventaja. La agilidad de la que gozan actualmente las empresas que disponen de liquidez es una clara ventaja competitiva frente a un modelo de capital privado que requiere un apalancamiento significativo y costoso. La cuota de las empresas en el mercado de M&A ha aumentado. Pero deben actuar con rapidez si quieren aprovechar aún más esta oportunidad. Los inversores corporativos que apuesten por "esperar y ver" pueden encontrarse fuera del mercado, ya que los private equity van a innovar y a utilizar estructuras creativas para reducir parte de la brecha. Es sólo cuestión de tiempo que el motor de las firmas de private equity vuelva a ponerse en marcha.

Claves para los inversores: cómo prepararse para superar las dificultades

Dada la incertidumbre sobre el momento en el que se producirá un repunte de la actividad de  fusiones y adquisiciones, y los retos a la hora de acometer una operación, es más importante que nunca que los los inversores y los profesionales de M&A, dispongan de una hoja de ruta estratégica para abordar el crecimiento inorgánico. Estar preparado es el mensaje principal. Pero, ¿qué significa eso en la práctica?

Para los compradores:

  • Asegurar que la estrategia de M&A esté alineada con la estrategia corporativa, incluida la transformación y la reinvención del modelo de negocio

  • Evaluar el impacto de la IA en los modelos de negocio del comprador y de la empresa objetivo 

  • Realizar un análisis más profundo de los datos y due diligence para aumentar la confianza en el negocio objeto de la operación

  • Poner en marcha un plan para identificar y retener el talento clave

  • Perfeccionar un enfoque de sostenibilidad para preservar y crear valor 

  • Desarrollar un equity story convincente con un sólido plan de creación de valor.

  • Conseguir la aprobación temprana de los comités de inversión y los consejos de administración.

Para los vendedores, esto significa lo siguiente

  • Realizar revisiones estratégicas periódicas para garantizar la optimización de la cartera de inversiones, incluida la posibilidad de deshacerse de partes del negocio que no sean rentables o esenciales

  • Realizar una preparación exhaustiva previa a la venta, que incluya una due diligence comercial completa y una planificación de escenarios

  • Garantizar vínculos creíbles entre los documentos de la oferta y los datos de apoyo, incluida la información financiera histórica y proyectada.

Tanto los compradores como los vendedores tendrán que estar abiertos a estructuras alternativas, como asociaciones, alianzas, transmisión de parte de la participación del vendedor, beneficios y otras formas de estructuración del capital.

Por último, el impulso puede ser una profecía autocumplida. Incluso en el actual clima de incertidumbre, con unos tipos de interés aún elevados y unas valoraciones por encima de las expectativas, la desaparición de una o varias de las incertidumbres analizadas podría ser suficiente para dar el impulso que tanto necesita el mercado y restablecer la confianza de los inversores. En cualquier caso, para el sector de private equity, las operaciones son su esencia y razón de ser, y confiamos en que las firmas de este sector superen los retos a su debido tiempo. Para los grupos corporativos, la necesidad estratégica de M&A para adaptarse al ritmo del cambio tecnológico y de la disrupción es un imperativo.

Después de todo, el espectáculo de las fusiones y adquisiciones debe continuar.

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Carlos Fernández Landa, socio responsable de Transacciones de PwC España

Carlos Fernández Landa

Socio responsable de Transacciones de PwC España