La presión de los supervisores facilitó que la epidemia sorprendiese a los bancos mucho mejor preparados que en la anterior crisis financiera -con mayores niveles de capital y unos activos de mayor calidad, entre otras cuestiones-. Además, tras la irrupción de la COVID-19, las instituciones europeas han sabido identificar correctamente el problema, tomando las medidas necesarias -como la aprobación de moratorias y de préstamos garantizados por el Estado-, se suavizó la normativa contable y se incentivaron las fusiones entre entidades financieras, con medidas concretas. Pero, casi un año después de su irrupción, ¿cómo está impactando la pandemia en los bancos europeos? ¿Está acelerando el virus la entrada de nuevos jugadores en el sector? ¿Cómo va a evolucionar la regulación y la supervisión de los riesgos en los próximos meses?
Para responder a estas y a otras preguntas, en PwC hemos elaborado nuestro informe Unión Bancaria, ¿una vacuna contra la crisis? El estudio es el octavo de una serie anual, iniciada en 2014 por el equipo de Regulación Financiera de PwC, sobre la Unión Bancaria y su papel en el sector.
Cuando la Organización Mundial de la Salud proclamó, el 11 de marzo de 2020, la existencia de una pandemia de coronavirus, se desató una crisis sanitaria, social y económica de magnitud desconocida en la historia reciente. Al contrario que en la crisis de 2008, aquí la banca no era el problema. De hecho, la creación de la Unión Bancaria en 2014 había permitido al sector reforzar sus niveles de solvencia y liquidez. Sin embargo, la previsible espiral venenosa provocada por la propagación de la enfermedad (hundimiento del PIB-destrucción de millones de empleos-impagos masivos) era, y sigue siendo, una amenaza real. Para combatirla, esta vez los reguladores han actuado rápido y han establecido diferentes cortafuegos con el fin de evitar que el incendio llegue a las entidades financieras. Las nuevas normas contables y prudenciales han permitido a los bancos meter a la morosidad en el congelador hasta tanto amaine la tormenta. Se trata de ganar tiempo a la espera de que, vacuna mediante, la recuperación económica se haga realidad y los bancos puedan empezar a cobrar los préstamos normalmente y a canalizar la inversión productiva.
Socio responsable de la Unidad de Regulación Financiera y Riesgos de PwC España