En nuestro país, el sector adolece de una regulación particular. No obstante, existen iniciativas autonómicas que ya entran de manera específica en el sector. Este es el caso de Canarias, que en julio de 2017 anunció la inclusión de los eSports en la futura Ley Canaria del Deporte, con el fin de regular estas competiciones como si fueran competiciones deportivas convencionales. Canarias ha visto en los eSports una gran oportunidad y ha entendido que dotar al sector de una regulación específica reforzará una actividad con gran potencial. No obstante, ya han surgido voces en contra, tanto dentro del propio sector como de grupos políticos, habiendo anunciado el Grupo Socialista en el Parlamento de Canarias que presentará una iniciativa de cara a regular las competiciones de eSports de forma distinta al resto de deportes y, por tanto, fuera de la Ley Canaria del Deporte.
En el plano internacional, dos ejemplos de países que representan un enfoque innovador en la vertiente regulatoria son Corea de Sur y Francia. Es el último el que más se asemeja a nuestro mercado en el que, los eSports, obtienen cada día más relevancia, pero no ha alcanzado la magnitud coreana, donde este tipo de competiciones son un fenómeno de masas desde hace años y en donde se trata de un sector muy consolidado que cuenta con una regulación propia y ha sido reconocido como deporte olímpico de segundo nivel. Pero el mercado coreano es muy distinto y sus efectos regulatorios no serían extrapolables, al menos a día de hoy, al mercado español. Mientras que aquí los eSports no tienen un marco definido, allí se están ya regulando y penalizando fraudes como amaños o el boosting (cobrar por subir el rango competitivo de otro jugador).
Por otra parte, cabe fijarse en el caso de Francia, donde en 2016 se puso en marcha un proceso legislativo que llevó a incluir los eSports en la Ley Numérica (Loi pour une République Numérique) y regular ciertos puntos relevantes, como cuándo se puede considerar enmarcado como apuesta o no y otras cuestiones de cara a proteger la situación laboral de los jugadores. A raíz de esta norma, ya han surgido varios decretos más específicos que desarrollan una regulación concreta para las competiciones y los jugadores de eSports.