El mercado de M&A podría estar encarando el camino de la recuperación, a medida que se van disipando algunas de las incertidumbres económicas y geopolíticas que han limitado la actividad en los últimos años. Pero, ¿será 2025 un gran año para las fusiones y adquisiciones o un ejercicio sin más? El impulso que están viviendo en los últimos meses las grandes operaciones sugiere que la recuperación ya ha comenzado: el volumen de transacciones con un valor superior a 1.000 millones de dólares aumentó un 17% en 2024, y su valor medio también se incrementó. Sin embargo, también estamos viendo otras señales contradictorias: el número de operaciones pequeñas y medianas cayó un 18% en el mismo periodo. De cara a 2025, los actores del mercado deberán estar atentos a distintos factores difíciles de prever.
Las grandes operaciones, con un valor superior a los 1.000 millones de dólares, apenas representan un 1% de las aproximadamente 50.000 transacciones de M&A que se anunciaron en el mundo en 2024, pero su impacto va más allá de la propia transacción. Estas grandes operaciones marcan tendencia en los mercados y captan la atención mediática. Cuando los directivos observan movimientos de calado en sus sectores, ganan confianza y suelen impulsar más decididamente sus propias estrategias de M&A para seguir siendo competitivos y no quedarse atrás.
Varios factores explican el nuevo impulso del mercado de M&A. Entre ellos, destacan la apuesta de los CEO por el crecimiento y la transformación en la era de la IA; una mayor disponibilidad de capital y un aumento de los activos que se espera que salgan al mercado procedentes tanto de las carteras de las firmas de capital privado como por la desinversión de activos no estratégicos de las grandes corporaciones. Pero, además, no debemos perder de vista otras cuestiones mucho más impredecibles, entre ellos:
Una geopolítica volátil e incierta. Los mercados aún están asimilando los resultados de las elecciones celebradas en numerosos países durante 2024 y los cambios políticos que traen consigo. En particular, la nueva administración de Trump en EE.UU. y sus primeras medidas están generando un impacto a nivel global. En este sentido, debemos estar preparados para lo inesperado.
El repunte de los tipos de interés a largo plazo. Aunque la inflación ha seguido moderándose y los bancos centrales, incluida la Reserva Federal de EE.UU., han recortado el precio del dinero en los últimos meses, el ritmo de estas rebajas se ha desacelerado. Al mismo tiempo, los tipos de interés a largo plazo están subiendo en EE.UU. y en otras regiones, lo que podría afectar a las rentabilidades y complicar los procesos de refinanciación.
Valoraciones elevadas en algunos países. A mediados de enero de 2025, el ratio precio-beneficio esperado de las empresas estadounidenses -estimación realizada sobre el S&P 500- era de 22,87, frente a 13,67 de las compañías de fuera EE.UU., incluídas en el S&P International 700. Las empresas con valoraciones más altas pueden utilizar sus acciones como parte de una estrategia de crecimiento inorgánico. Además, es probable que aumenten las operaciones transfronterizas, ya que las compañías estadounidenses, respaldadas por la fortaleza del dólar, busquen oportunidades en el extranjero, especialmente en Europa.
Varias de las principales economías mundiales, como Canadá, Francia, Alemania y Corea del Sur, atraviesan períodos de inestabilidad política y tienen previsto celebrar elecciones nacionales en 2025. Además, factores como el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, la posible desescalada del conflicto en Oriente Medio y el colapso del régimen de Assad en Siria están generando efectos económicos significativos tanto en los países directamente involucrados como en sus vecinos.
Tampoco se puede ignorar el papel de China en el escenario geopolítico. Como segunda mayor economía del mundo, las tensiones políticas con varios países siguen marcando el contexto global.
Por otro lado, el impacto de las elecciones en EE.UU. se hace sentir a nivel mundial. Las políticas de la nueva administración podrían tener implicaciones importantes -e, incluso, efectos contrarios- para el mercado de M&A, no solo en EE.UU., sino también a escala global.
Trump ha centrado su campaña en una serie de cuestiones que podrían tener diferentes efectos sobre las operaciones de M&A según el sector. Las contamos, a continuación:
Industria, construcción, agricultura, retail y sanidad. Las políticas para limitar la inmigración podrían generar escasez de mano de obra e impulsar los precios en estos y otros sectores. La imposición de aranceles podría causar disrupciones significativas en las cadenas de suministro de las multinacionales estadounidenses que importan productos, y también podría generar problemas para aquellas que exportan, en caso de que se tomen medidas de represalia.
Defensa. Trump se comprometió a terminar las guerras en Rusia/Ucrania y en Oriente Medio. Aunque se espera que estos conflictos lleguen a su fin este año, se prevé que el gasto en defensa siga creciendo. Las áreas de inversión pueden cambiar en función de cómo evolucionen los acontecimientos y antes la posibilidad de futuros conflictos, pero se espera que los presupuestos de defensa sigan creciendo, al menos, durante los próximos diez años.
Energía. El objetivo de la nueva administración de EE.UU. de aumentar la producción nacional de petróleo y de gas natural probablemente tenga un efecto positivo para el sector energético estadounidense. A pesar de las incertidumbres, como los cambios en las ayudas a la energía en la Ley de Reducción de la Inflación, se espera que las renovables sigan beneficiándose del apoyo a largo plazo para la transición energética y de la creciente demanda de energía impulsada por la IA.
Sanidad e industria farmacéutica. Se espera que los cambios en la política de la nueva administración de Trump se centren en la prevención de enfermedades y la atención personalizada, lo que continuará impulsando la innovación en los sectores biofarmacéuticos y sanitarios en EE.UU. Aunque la desregulación podría beneficiar las operaciones de M&A, la amenaza potencial de aranceles y los impactos en las cadenas de suministro farmacéuticas globales serán aspectos clave a seguir en el futuro.
Telecomunicaciones. El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) -designado por el presidente Trump-, Brendan Carr, ha apoyado las iniciativas relacionadas con los satélites y, en el pasado, ha votado en contra de la regulación del sector de telecomunicaciones. Esto podría generar un entorno más favorable para las transacciones y fomentar la consolidación en los sectores de telecomunicaciones y satélites privados.
Tecnología. Tras asumir el cargo, el nuevo presidente ha revocado la orden ejecutiva de Biden sobre los estándares de seguridad en IA y ha anunciado una alianza de 500.000 millones de dólares entre OpenAI, Oracle y SoftBank que tiene como objetivo crear una red de centros de datos en EE.UU. Las empresas de software podrían beneficiarse de una postura menos estricta por parte de la Comisión Federal de Comercio (FTC), lo que facilitaría las megafusiones. Sin embargo, los gigantes tecnológicos y las redes sociales podrían seguir enfrentándose a desafíos, incluidas posibles iniciativas para su desmantelamiento.
Las rebajas de los tipos de interés de la Reserva Federal de EE.UU. en 2024, junto con otras similares por parte de otros bancos centrales (como el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra), han contribuido a intensificar el nuevo impulso del M&A. En EE.UU., el precio del dinero se redujo en 100 puntos básicos entre septiembre y diciembre de 2024. Sin embargo, los tipos a largo plazo han aumentado: la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense a diez años aumentó hasta casi el 5% a principios de enero. Los tipos a largo plazo también han aumentado en el Reino Unido y en otros países. Esto genera una mayor incertidumbre sobre el momento y la magnitud de los futuros recortes de tipos en 2025. Estos dependerán de la fortaleza de la economía local y de si la inflación sigue moderándose. Un mayor precio del dinero en un contexto de desaceleración del crecimiento sería un escenario desafiante para el mercado de transacciones.
A pesar de que los tipos a largo plazo han subido, las rentabilidades en el mercado de leveraged loan market -en inglés, préstamos a empresas con un alto grado de apalancamiento-, disminuyeron durante 2024, en gran parte debido a la creciente competencia entre el crédito privado y la financiación bancaria. El año pasado, la financiación bancaria aumentó en los mercados de deuda de alta rentabilidad y de préstamos apalancados. La emisión de deuda en los mercados de bonos de alto rendimiento de EE.UU. y Europa alcanzó los 388 mil millones de dólares en 2024, lo que supone un aumento del 74% respecto a 2023. Las emisiones del mercado de préstamos apalancados en EE.UU. y Europa más que se duplicaron, hasta llegar a los 770 mil millones de dólares en 2024. Este incremento en la disponibilidad de capital ayuda a impulsar el mercado de M&A.
El mercado de crédito privado, con casi 1,7 billones de dólares bajo gestión, ha atraído su propia ola de operaciones. Muchos fondos de capital privado han adquirido firmas especializadas en crédito privado para capitalizar su potencial de crecimiento. En septiembre de 2024, Brookfield realizó una inversión estratégica de 1.500 millones de dólares en Castlelake, un gestor de inversiones alternativas especializado en crédito privado especializado en activos. En diciembre, BlackRock anunció la adquisición de HPS Investment Partners por unos 12.000 millones de dólares.
A medida que ha crecido la financiación a través del crédito privado, también ha aumentado el número de reestructuraciones en este ámbito. En estos casos, las empresas y sus prestamistas renegocian, reestructuran o modifican las obligaciones de deuda para mejorar la estabilidad financiera y abordar las dificultades y situaciones de estrés. Aunque los principios fundamentales de reestructuración siguen siendo los mismos independientemente del prestamista, la estrecha relación entre los fondos de capital riesgo y las firmas de crédito privado suele favorecer soluciones consensuadas. Estas incluyen intercambios voluntarios de deuda por capital o refinanciaciones, mientras que las medidas no acordadas pueden implicar reestructuraciones impuestas por los tribunales y cramdowns -situaciones en las que se imponen términos a los acreedores o a los accionistas para lograr una solución viable.
Se espera que en 2025 continúe la tendencia observada en 2024, con un incremento de reestructuraciones a nivel internacional, particularmente en países como EE.UU., Reino Unido, Países Bajos, Brasil y Singapur.
Tres tendencias clave están cobrando fuerza en el mercado actual y reforzarán la necesidad de cerrar operaciones, impulsando la actividad de M&A en 2025. En primer lugar, las empresas están priorizando el crecimiento y la transformación. En segundo lugar, la inteligencia artificial está actuando como un catalizador para el cambio y la reinvención. Y, en tercer lugar, los fondos de capital privado se enfrentan una creciente presión para desinvertir en compañías maduras de sus carteras.
Según la 28ª Encuesta Global de CEO de PwC, publicada el pasado enero, solo el 38% de los CEO se declararon "extremadamente" o "muy" confiados en el crecimiento de los ingresos de sus compañías en los próximos 12 meses. Sin embargo, este porcentaje aumenta hasta el 53% cuando se les pregunta sobre sus perspectivas a tres años vista, lo que indica que esperan que las acciones actuales o futuras impulsen el crecimiento a largo plazo. En un contexto de desaceleración económica, en el que el crecimiento orgánico se vuelve más desafiante, las transacciones serán clave para mejorar la rentabilidad y la competitividad.
El M&A sigue siendo un elemento estratégico clave para que las empresas impulsen su futuro, transformen sus modelos de negocio y crezcan. En un entorno de disrupción tecnológica -protagonizado en gran medida por la inteligencia artificial- y de cambios estructurales derivados de megatendencias globales, las compañías necesitan revisar y redefinir permanentemente sus cadenas de valor, canales de distribución, modelos de comunicación con clientes y plataformas tecnológicas para seguir siendo relevantes.
Se espera que la actividad de M&A se centre en adquisiciones orientadas tanto al crecimiento de los ingresos como a la mejora de márgenes, con el objetivo de acceder a nuevos mercados, fortalecer capacidades y optimizar la eficiencia operativa de las empresas. Dado el alto coste de la inversión en tecnología y de la IA, las compañías con mayor capacidad de inversión tendrán una ventaja competitiva. Esta misma dinámica se observa en sectores altamente regulados, como los de banca y seguros.
En 2025, esperamos ver cada vez más una redefinición de las carteras de inversión de las empresas a medida que estas buscan adquirir nuevas capacidades y desprenderse de activos no estratégicos o poco rentables. En sectores como el industrial, sanitario y el del entretenimiento, entre otros, grandes corporaciones han optado por separar unidades de negocio no esenciales, a través de ventas. Algunos ejemplos recientes incluyen la división de GE en tres compañías cotizadas, la decisión de Sanofi de transferir una participación mayoritaria en su negocio de salud de consumo, Opella, a CD&R, y el plan de Comcast para hacer un spin-off de su cadena de televisión por cable de NBCUniversal para juntarla con otros activos digitales complementarios.
Otro factor que podría impactar significativamente en la actividad de M&A es el papel de la IA como motor de cambio y reinvención tanto a nivel empresarial como de mercado. Por ahora, las expectativas sobre sus capacidades transformadoras siguen siendo muy altas: aproximadamente la mitad de los CEO encuestados en nuestro último estudio esperan que la IA generativa aumente la rentabilidad de sus empresas en el próximo año. Sin embargo, la realidad aún no alcanza las previsiones iniciales: en 2024, un 46% de los líderes empresariales confiaba en ver mejoras en la rentabilidad gracias a la IA, pero un año después, solo el 34% asegura haberlas experimentado.
A pesar de ello, la confianza sobre el poder disruptivo de la tecnología sigue intacta. A medida que los resultados mejoren, la IA podría convertirse en un impulsor de la actividad de M&A no solo en el sector tecnológico, sino en toda la economía. Las empresas de todo el mundo están acelerando su transformación para adoptar la IA a gran escala, con el objetivo de mejorar su eficiencia, desarrollar nuevas fuentes de ingresos y explorar oportunidades de colaboración. Aquellas que logren aprovechar el potencial de la IA podrían convertirlo en una ventaja competitiva en el ámbito de las transacciones.
La IA no solo está atrayendo inversiones en empresas de este sector, sino que también está impulsando la inversión en la infraestructura digital necesaria para respaldarla, incluyendo centros de datos y capacidades de generación de energía. Se espera que se inviertan en torno a los 2 billones de dólares en los próximos cinco años para construir y facilitar nuevos centros de datos tanto en los EE.UU. como a nivel global. Por ahora, la mayoría de estas inversiones se están realizando de forma directa o a través de partnerships o alianzas, en lugar de transacciones tradicionales.
Este “superciclo” de inversiones de capital liderado por la IA probablemente influirá en el mercado de M&A de dos maneras: en primer lugar, podría haber un desplazamiento de la inversión desde una estrategia de “comprar” (a través de M&A) a una de “construir” (mediante inversiones de capital y alianzas estratégicas); en segundo lugar, se espera que surjan más oportunidades para capturar cuota de mercado y valor mediante adquisiciones estratégicas de empresas o activos posicionados dentro de la cadena de valor de la IA.
Algunos ejemplos de inversiones en centros de datos e infraestructura digital incluyen: la inversión de 9.200 millones de dólares realizada por DigitalBridge y Silver Lake en Vantage Data Centers, completada en junio de 2024; la asociación de IA entre BlackRock, Global Infrastructure Partners, Microsoft y un inversor líder en IA de Oriente Medio, anunciada en septiembre de 2024, para financiar hasta 100.000 millones de dólares; la adquisición de 16.000 millones de dólares de AirTrunk por parte de Blackstone, cerrada en diciembre de 2024; y la empresa conjunta Stargate entre OpenAI, SoftBank y Oracle, anunciada en enero de 2025, para financiar hasta 500.000 millones de dólares.
Un ejemplo de inversión en generación de energía es el acuerdo de compra firmado por Microsoft en septiembre de 2024 con Constellation Energy para reiniciar el Crane Clean Energy Center (anteriormente conocido como la Unidad 1 de la Central Nuclear de Three Mile Island). Otro ejemplo es el anuncio realizado por Google, en diciembre de 2024, de una nueva asociación con el desarrollador de energía limpia Intersect Power y TPG, que planea invertir 20 mil millones de dólares en infraestructuras de energía renovable para 2030, con el objetivo de permitir la expansión de nuevas capacidades de centros de datos en los EE. UU.
En los últimos tres años ha crecido el tiempo medio de permanencia de las inversiones en las carteras de las firmas de capital privado. Se espera que en 2025 haya más empresas participadas por el capital privado que salgan al mercado debido a la creciente presión de sus inversores (limited partners) para abandonar las inversiones más antiguas. Los datos de PitchBook indican que casi la mitad de las 29.400 empresas participadas por el capital privado se mantienen en sus carteras desde el año 2020.
Nota: las mega operaciones se definen como operaciones con un valor superior a 5.000 millones de dólares
El valor de las transacciones aumentó un 5% en 2024, mientras que el número de operaciones disminuyó un 17%. Las tendencias regionales fueron similares a las globales, pero variaron a nivel de país. El valor de las operaciones de M&A en EE. UU. creció un 6%; en EMEA, varios megadeals en el Reino Unido llevaron a un aumento que contrasta con muchos otros países europeos, donde el valor de las transacciones disminuyó. En Asia-Pacífico, Japón e India el mercado tuvo buen desempeño con aumentos del 24% y 20% del valor, respectivamente. En términos de número de transacciones, todas las regiones sufrieron una caída en comparación con 2023.
En España, el mercado de M&A experimentó en 2024 un ligero descenso del 1% del número de operaciones con 1.330 frente a las 1.346 registradas en 2023. Por valor, sin embargo, experimentó un crecimiento del 7%, hasta los 35.800 millones de euros, gracias al buen comportamiento de la actividad transaccional en el sector financiero y en los de consumo y energía. La mayoría de las operaciones vinieron del mundo corporativo mientras que las firmas de capital privado protagonizaron el 36,4% de las transacciones que tuvieron lugar en nuestro país en 2024.
Más transacciones por encima de los mil millones de dólares. El número de transacciones de más de mil millones de dólares pasaron de 430 en 2023 a más de 500 en 2024. Esto supone un incremento del tamaño medio de las transacciones de un 11%, hasta los 146 millones de dólares en 2024. El número de operaciones pequeñas y medianas sigue siendo bajo, en parte debido a las continuas brechas de valoración entre compradores y vendedores y a un mercado de capital privado complicado.
Detrás de esta tendencia al alza en las transacciones superiores a 1.000 millones de dólares están las grandes corporaciones -algunas de las cuales han podido utilizar las acciones de sus empresas, altamente valoradas, como moneda de cambio. y los principales fondos de capital privado, que buscan transacciones más grandes a medida que levantan cantidades históricas de capital.
Nota: las mega operaciones se definen como operaciones con un valor superior a 5.000 millones de dólares
Las mega operaciones se disparan
De las 502 transacciones en 2024 con un valor superior a 1.000 millones de dólares, 72 fueron megadeals (transacciones superiores a 5.000 millones de dólares), en comparación con solo 61 en 2023. A comienzos de 2024, la mayor parte de la actividad de megadeals se concentró en los sectores de tecnología, energía y banca. Sin embargo, en la segunda mitad del año, esta tendencia se amplió a otros sectores. Aunque la tecnología mantuvo el primer puesto, el sector asegurador ascendió al segundo lugar y el de medios y entretenimiento se posicionó en tercer lugar.
En 2024, las tres principales transacciones se distribuyeron en sectores distintos: en retail, la oferta de Couche-Tard por 39.000 millones de dólares para adquirir Seven & i Holdings Co (conocida por la franquicia 7-Eleven); en banca, la adquisición propuesta de Discover Financial Services por parte de Capital One por 35.300 millones de dólares; y en software, la adquisición propuesta de Ansys por parte de Synopsys por 32.500 millones de dólares.
Nota: El cambio porcentual se calcula como la variación en el volumen o el valor de las operaciones entre 2023 y 2024. El tamaño de la burbuja representa el tamaño relativo del sector en función del volumen de operaciones.
La actividad de M&A por sector
El valor de las transacciones aumentó en varios sectores. Varios sectores registraron este incremento en 2024, con los de entretenimiento y medios, tecnología, aeronáutica y defensa, así como los de banca, seguros y gestión de activos y de patrimonio, destacando algunas megadeals notables. El valor de las transacciones en el sector farmacéutico y de ciencias de la vida disminyeron un 36% en 2024 debido a una caída en el número de mega operaciones (de diez en 2023 a cuatro en 2024). También disminuyó en el sector de petróleo y gas debido a dos transacciones por más de 50.000 millones de dólares cada una anunciadas en 2023.
El número de transacciones disminuyó en todos los sectores, aunque estas oscilaron desde el -2% en el sector de minería hasta un -27% en el sector tecnológico.
Para tener éxito, los distintos actores que conforman el mercado de transacciones deberán estar preparados para responder a algunas preguntas difíciles, entre las cuales destacan las siguientes:
¿Cómo puede afectar la IA al modelo de negocio de la empresa que te planteas comprar? Esto requerirá un análisis crítico y la planificación de distintos escenarios, teniendo en cuenta los costes asociados a la implementación de IA en la compañía objetivo
En un mercado marcado por las altas valoraciones y la ralentización del crecimiento económico en algunos países, ¿cómo voy a poder cumplir con las expectativas de rentabilidad? Esto exigirá priorizar la creación de valor y establecer marcos de responsabilidad.
¿Qué alternativas tengo en caso de enfrentarme a una refinanciación fallida o un proceso de M&A difícil, demorado o paralizado cuando la deuda supera el valor de la empresa? En tales situaciones, será necesario tener un plan B, o incluso un plan C.
¿En qué lugares del mundo todavía hay oportunidades de inversión? Las inversiones transfronterizas pueden ser más complicadas, pero el riesgo podría valer la pena si hay encaje con la estrategia corporativa y si hacemos una evaluación previa del riesgo geopolítico del país.
¿Cuáles son las implicaciones geopolíticas, incluso para la seguridad nacional, de cualquier transacción que se esté considerando? Una cuidadosa planificación de escenarios, que incluya capacidad de respuesta y planes de contingencia, puede ayudar a generar buenos retornos en el largo plazo.
Estos son tiempos ciertamente complicados para el mercado de M&A. Parece que todo está listo para un resurgir del mercado, tanto desde la parte compradora como de la vendedora. Sin embargo, algunos aspectos clave, como las valoraciones, los tipos de interés y la geopolítica, generan una presión y una incertidumbre que no se pueden ignorar. Las expectativas de recuperación del mercado no se han cumplido en los últimos dos años, y no hay garantías de que este nuevo amanecer para el M&A en 2025 no termine siendo otro falso amanecer. Sin embargo, esta vez, las condiciones del mercado parecen estar alineadas. Si las grandes operaciones continúan, su impulso puede convertirse rápidamente en una especie de profecía autocumplida. Las expectativas son altas, y la trayectoria del mercado probablemente no será lineal, pero estamos convencidos de que la recuperación de la actividad de M&A se va a producir en 2025, especialmente, en la segunda mitad del año. ¿Será suficiente para hacer que el mercado de M&A sea grande de nuevo? Sin duda, lo esperamos, y los mercados financieros cuentan con ello.
La recuperación del mercado de M&A es necesaria, aunque está yendo más lenta de lo esperado. La actividad va a repuntar en 2025, aunque no lo va a hacer de igual forma en todos los sectores. En general, se observa un acercamiento en las expectativas de precio, insalvable en meses anteriores y, aunque sigue habiendo incertidumbres económicas y geopolíticas, los inversores están aprendiendo a convivir en este entorno. Para tener éxito en este contexto va a ser necesario un profundo conocimiento de cada uno de los sectores y un enfoque muy preciso hacia la creación de valor de cada activo.