Tendencias globales de la industria de M&A en 2025

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El mercado de fusiones y adquisiciones en 2025: grandes operaciones, jugadas ganadoras y desafíos inesperados

El mercado de M&A podría estar encarando el camino de la recuperación, a medida que se van disipando algunas de las incertidumbres económicas y geopolíticas que han limitado la actividad en los últimos años. Pero, ¿será 2025 un gran año para las fusiones y adquisiciones o un ejercicio sin más? El impulso que están viviendo en los últimos meses las grandes operaciones sugiere que la recuperación ya ha comenzado: el volumen de transacciones con un valor superior a 1.000 millones de dólares aumentó un 17% en 2024, y su valor medio también se incrementó. Sin embargo, también estamos viendo otras señales contradictorias: el número de operaciones pequeñas y medianas cayó un 18% en el mismo periodo. De cara a 2025, los actores del mercado deberán estar atentos a distintos factores difíciles de prever.

Las grandes operaciones, con un valor superior a los 1.000 millones de dólares, apenas representan un 1% de las aproximadamente 50.000 transacciones de M&A que se anunciaron en el mundo en 2024, pero su impacto va más allá de la propia transacción. Estas grandes operaciones marcan tendencia en los mercados y captan la atención mediática. Cuando los directivos observan movimientos de calado en sus sectores, ganan confianza y suelen impulsar más decididamente sus propias estrategias de M&A para seguir siendo competitivos y no quedarse atrás. 

Varios factores explican el nuevo impulso del mercado de M&A. Entre ellos, destacan la apuesta de los CEO por el crecimiento y la transformación en la era de la IA; una mayor disponibilidad de capital y un aumento de los activos que se espera que salgan al mercado procedentes tanto de las carteras de las firmas de capital privado como por la desinversión de activos no estratégicos de las grandes corporaciones. Pero, además, no debemos perder de vista otras cuestiones mucho más impredecibles, entre ellos:

Large conference room
  • Una geopolítica volátil e incierta. Los mercados aún están asimilando los resultados de las elecciones celebradas en numerosos países durante 2024 y los cambios políticos que traen consigo. En particular, la nueva administración de Trump en EE.UU. y sus primeras medidas están generando un impacto a nivel global. En este sentido, debemos estar preparados para lo inesperado.

The imposing facade of the Bank of England
  • El repunte de los tipos de interés a largo plazo. Aunque la inflación ha seguido moderándose y los bancos centrales, incluida la Reserva Federal de EE.UU., han recortado el precio del dinero en los últimos meses, el ritmo de estas rebajas se ha desacelerado. Al mismo tiempo, los tipos de interés a largo plazo están subiendo en EE.UU. y en otras regiones, lo que podría afectar a las rentabilidades y complicar los procesos de refinanciación.

     

     

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  • Valoraciones elevadas en algunos países. A mediados de enero de 2025, el ratio precio-beneficio esperado de las empresas estadounidenses  -estimación realizada sobre el S&P 500- era de 22,87, frente a 13,67 de las compañías de fuera EE.UU., incluídas en el S&P International 700. Las empresas con valoraciones más altas pueden  utilizar sus acciones como parte de una estrategia de crecimiento inorgánico. Además, es probable que aumenten las operaciones transfronterizas, ya que las compañías estadounidenses, respaldadas por la fortaleza del dólar, busquen oportunidades en el extranjero, especialmente en Europa.

     

     

Geopolítica y el ‘efecto Trump’

Varias de las principales economías mundiales, como Canadá, Francia, Alemania y Corea del Sur, atraviesan períodos de inestabilidad política y tienen previsto celebrar elecciones nacionales en 2025. Además, factores como el impacto de la guerra entre Rusia y Ucrania, la posible desescalada del conflicto en Oriente Medio y el colapso del régimen de Assad en Siria están generando efectos económicos significativos tanto en los países directamente involucrados como en sus vecinos.

Tampoco se puede ignorar el papel de China en el escenario geopolítico. Como segunda mayor economía del mundo, las tensiones políticas con varios países siguen marcando el contexto global.

Por otro lado, el impacto de las elecciones en EE.UU. se hace sentir a nivel mundial. Las políticas de la nueva administración podrían tener implicaciones importantes -e, incluso, efectos contrarios- para el mercado de M&A, no solo en EE.UU., sino también a escala global.

Si la nueva Administración de EE.UU. impulsa una agenda centrada en la desregulación y mantiene o amplía los recortes fiscales podría impulsar el crecimiento y eliminar algunas barreras para las operaciones de M&A. Sin embargo, es importante destacar que áreas sensibles relacionadas con la seguridad nacional, o las transacciones que impliquen acceso a grandes bases de datos, podrían estar sujetas a un mayor escrutinio regulatorio, lo que seguirá representando un desafío.

Una oleada de medidas proteccionistas (algunas se están anunciando estos días) que supongan la imposición de aranceles al comercio internacional, junto con posibles medidas de represalia por parte de otros países, podrían impulsar al alza la inflación y culminar con un incremento de los tipos de interés.

Impactos por sector

Trump ha centrado su campaña en una serie de cuestiones que podrían tener diferentes efectos sobre las operaciones de M&A según el sector. Las contamos, a continuación:

Industria, construcción, agricultura, retail y sanidad. Las políticas para limitar la inmigración podrían generar escasez de mano de obra e impulsar los precios en estos y otros sectores. La imposición de aranceles podría causar disrupciones significativas en las cadenas de suministro de las multinacionales estadounidenses que importan productos, y también podría generar problemas para aquellas que exportan, en caso de que se tomen medidas de represalia.

Defensa. Trump se comprometió a terminar las guerras en Rusia/Ucrania y en Oriente Medio. Aunque se espera que estos conflictos lleguen a su fin este año, se prevé que el gasto en defensa siga creciendo. Las áreas de inversión pueden cambiar en función de cómo evolucionen los acontecimientos y antes la posibilidad de futuros conflictos, pero se espera que los presupuestos de defensa sigan creciendo, al menos, durante los próximos diez años.

Energía. El objetivo de la nueva administración de EE.UU. de aumentar la producción nacional de petróleo y de gas natural probablemente tenga un efecto positivo para el sector energético estadounidense. A pesar de las incertidumbres, como los cambios en las ayudas a la energía en la Ley de Reducción de la Inflación, se espera que las  renovables sigan beneficiándose del apoyo a largo plazo para la transición energética y de la creciente demanda de energía impulsada por la IA.

Sanidad e industria farmacéutica. Se espera que los cambios en la política de la nueva administración de Trump se centren en la prevención de enfermedades y la atención personalizada, lo que continuará impulsando la innovación en los sectores biofarmacéuticos y sanitarios en EE.UU. Aunque la desregulación podría beneficiar las operaciones de M&A, la amenaza potencial de aranceles y los impactos en las cadenas de suministro farmacéuticas globales serán aspectos clave a seguir en el futuro.

Telecomunicaciones. El presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) -designado por el presidente Trump-, Brendan Carr, ha apoyado las iniciativas relacionadas con los satélites y, en el pasado, ha votado en contra de la regulación del sector de telecomunicaciones. Esto podría generar un entorno más favorable para las transacciones y fomentar la consolidación en los sectores de telecomunicaciones y satélites privados.

Tecnología. Tras asumir el cargo, el nuevo presidente ha revocado la orden ejecutiva de Biden sobre los estándares de seguridad en IA y ha anunciado una alianza de 500.000 millones de dólares entre OpenAI, Oracle y SoftBank que tiene como objetivo crear una red de centros de datos en EE.UU. Las empresas de software podrían beneficiarse de una postura menos estricta por parte de la Comisión Federal de Comercio (FTC), lo que facilitaría las megafusiones. Sin embargo, los gigantes tecnológicos y las redes sociales podrían seguir enfrentándose a desafíos, incluidas posibles iniciativas para su desmantelamiento.

Las transacciones que triunfarán serán aquellas aquellas capaces de aprovechar las cuestiones geopolíticas en lugar de verlas como un obstáculo. Las decisiones de inversión pueden optar por unos países, más alineados con los acuerdos comerciales, en detrimento de otros. Además, las preocupaciones de los Consejos de Administración y Comités de Inversión exigirán que la geopolítica se incorpore en los procesos de due diligence, añadiendo una nueva dimensión al proceso de evaluación de las operaciones.

Independientemente de las políticas que implemente la nueva administración de Trump, los actores del mercado de M&A deberán prestar especial atención a las transacciones que involucren tecnología estratégica estadounidense, infraestructura clave o el acceso a datos personales de ciudadanos estadounidenses. En otras palabras, será necesario analizar las operaciones con una mentalidad de seguridad nacional, tal como lo harían Trump y su equipo.

Tipos de interés

Las rebajas de los tipos de interés de la Reserva Federal de EE.UU. en 2024, junto con otras similares por parte de otros bancos centrales (como el Banco Central Europeo y el Banco de Inglaterra), han contribuido a intensificar el nuevo impulso  del M&A. En EE.UU., el precio del dinero se redujo en 100 puntos básicos entre septiembre y diciembre de 2024. Sin embargo, los tipos a largo plazo han aumentado: la rentabilidad de los bonos del Tesoro estadounidense a diez años aumentó hasta casi el 5% a principios de enero. Los tipos a largo plazo también han aumentado en el Reino Unido y en otros países. Esto genera una mayor incertidumbre sobre el momento y la magnitud de los futuros recortes de tipos en 2025. Estos dependerán de la fortaleza de la economía local y de si la inflación sigue moderándose. Un mayor precio del dinero en un contexto de desaceleración del crecimiento sería un escenario desafiante para el mercado de transacciones.

A pesar de que los tipos a largo plazo han subido, las rentabilidades en el mercado de leveraged loan market -en inglés, préstamos a empresas con un alto grado de apalancamiento-, disminuyeron durante 2024, en gran parte debido a la creciente competencia entre el crédito privado y la financiación bancaria. El año pasado, la financiación bancaria aumentó en los mercados de deuda de alta rentabilidad y de préstamos apalancados. La emisión de deuda en los mercados de bonos de alto rendimiento de EE.UU. y Europa alcanzó los 388 mil millones de dólares en 2024, lo que supone un aumento del 74% respecto a 2023. Las emisiones del mercado de préstamos apalancados en EE.UU. y Europa más que se duplicaron, hasta llegar a los 770 mil millones de dólares en 2024. Este incremento en la  disponibilidad de capital ayuda a impulsar el mercado de M&A.

El auge del crédito privado y su impacto en las reestructuraciones

El mercado de crédito privado, con casi 1,7 billones de dólares bajo gestión, ha atraído su propia ola de operaciones. Muchos fondos de capital privado han adquirido firmas especializadas en crédito privado para capitalizar su potencial de crecimiento. En septiembre de 2024, Brookfield realizó una inversión estratégica de 1.500 millones de dólares en Castlelake, un gestor de inversiones alternativas especializado en crédito privado especializado en activos. En diciembre, BlackRock anunció la adquisición de HPS Investment Partners por unos 12.000 millones de dólares.

A medida que ha crecido la financiación a través del crédito privado, también ha aumentado el número de reestructuraciones en este ámbito. En estos casos, las empresas y sus prestamistas renegocian, reestructuran o modifican las obligaciones de deuda para mejorar la estabilidad financiera y abordar las dificultades y situaciones de estrés. Aunque los principios fundamentales de reestructuración siguen siendo los mismos independientemente del prestamista, la estrecha relación entre los fondos de capital riesgo y las firmas de crédito privado suele favorecer soluciones consensuadas. Estas incluyen intercambios voluntarios de deuda por capital o refinanciaciones, mientras que las medidas no acordadas pueden implicar reestructuraciones impuestas por los tribunales y cramdowns -situaciones en las que se imponen términos a los acreedores o a los accionistas para lograr una solución viable.

Se espera que en 2025 continúe la tendencia observada en 2024, con un incremento de reestructuraciones a nivel internacional, particularmente en países como EE.UU., Reino Unido, Países Bajos, Brasil y Singapur.

La nueva competencia entre los bancos y el crédito privado no solo ha generado una fuerte oferta de capital para el mercado de M&A, sino que también ha contribuido a reducir los costes de financiación. Sin embargo, la era de tasas de interés cercanas a cero ha quedado atrás. Aunque un menor coste de capital es una buena noticia, estos siguen estando por encima de los niveles de la última década.

Para lograr los retornos esperados en un entorno de tipos más altos, los actores del mercado deben de centrarse con rigor en la creación de valor. En situaciones de distress, iniciar conversaciones tempranas entre la empresa y sus prestamistas aumenta la probabilidad de culminar una reestructuración de forma consensuada, y evitar así procesos más costosos e inciertos.

La necesidad de cerrar operaciones se intensifica

Tres tendencias clave están cobrando fuerza en el mercado actual y reforzarán la necesidad de cerrar operaciones, impulsando la actividad de M&A en 2025. En primer lugar, las empresas están priorizando el crecimiento y la transformación. En segundo lugar, la inteligencia artificial está actuando como un catalizador para el cambio y la reinvención. Y, en tercer lugar, los fondos de capital privado se enfrentan una creciente presión para desinvertir en compañías maduras de sus carteras.

Con el objetivo puesto en crecer y transformarse

Según la 28ª Encuesta Global de CEO de PwC, publicada el pasado enero, solo el 38% de los CEO se declararon "extremadamente" o "muy" confiados en el crecimiento de los ingresos de sus compañías en los próximos 12 meses. Sin embargo, este porcentaje aumenta hasta el 53% cuando se les pregunta sobre sus perspectivas a tres años vista, lo que indica que esperan que las acciones actuales o futuras impulsen el crecimiento a largo plazo. En un contexto de desaceleración económica, en el que el crecimiento orgánico se vuelve más desafiante, las transacciones serán clave para mejorar la rentabilidad y la competitividad.

M&A como estrategia de crecimiento

El M&A sigue siendo un elemento estratégico clave para que las empresas impulsen su futuro, transformen sus modelos de negocio y crezcan. En un entorno de disrupción tecnológica -protagonizado en gran medida por la inteligencia artificial- y de cambios estructurales derivados de megatendencias globales, las compañías necesitan revisar y redefinir permanentemente sus cadenas de valor, canales de distribución, modelos de comunicación con clientes y plataformas tecnológicas para seguir siendo relevantes.

Se espera que la actividad de M&A se centre en adquisiciones orientadas tanto al crecimiento de los ingresos como a la mejora de márgenes, con el objetivo de acceder a nuevos mercados, fortalecer capacidades y optimizar la eficiencia operativa de las empresas. Dado el alto coste de la inversión en tecnología y de la IA, las compañías con mayor capacidad de inversión tendrán una ventaja competitiva. Esta misma dinámica se observa en sectores altamente regulados, como los de banca y seguros.

Desinversiones para impulsar la transformación

En 2025, esperamos ver cada vez más una redefinición de las carteras de inversión de las empresas a medida que estas buscan adquirir nuevas capacidades y desprenderse de activos no estratégicos o poco rentables. En sectores como el industrial, sanitario y el del entretenimiento, entre otros, grandes corporaciones han optado por separar unidades de negocio no esenciales, a través de ventas. Algunos ejemplos recientes incluyen la división de GE en tres compañías cotizadas, la decisión de Sanofi de transferir una participación mayoritaria en su negocio de salud de consumo, Opella, a CD&R, y el plan de Comcast para hacer un spin-off de su cadena de televisión por cable de NBCUniversal para juntarla con otros activos digitales complementarios.

La IA como catalizadora del cambio

Otro factor que podría impactar significativamente en la actividad de M&A es el papel de la IA como motor de cambio y reinvención tanto a nivel empresarial como de mercado. Por ahora, las expectativas sobre sus capacidades transformadoras siguen siendo muy altas: aproximadamente la mitad de los CEO encuestados en nuestro último estudio esperan que la IA generativa aumente la rentabilidad de sus empresas en el próximo año. Sin embargo, la realidad aún no alcanza las previsiones iniciales: en 2024, un 46% de los líderes empresariales confiaba en ver mejoras en la rentabilidad gracias a la IA, pero un año después, solo el 34% asegura haberlas experimentado.

A pesar de ello, la confianza sobre el poder disruptivo de la tecnología sigue intacta. A medida que los resultados mejoren, la IA podría convertirse en un impulsor de la actividad de M&A no solo en el sector tecnológico, sino en toda la economía. Las empresas de todo el mundo están acelerando su transformación para adoptar la IA a gran escala, con el objetivo de mejorar su eficiencia, desarrollar nuevas fuentes de ingresos y explorar oportunidades de colaboración. Aquellas que logren aprovechar el potencial de la IA podrían convertirlo en una ventaja competitiva en el ámbito de las transacciones.

La IA acelera las inversiones y atrae miles de millones de dólares en capital

La IA no solo está atrayendo inversiones en empresas de este sector, sino que también está impulsando la inversión en la infraestructura digital necesaria para respaldarla, incluyendo centros de datos y capacidades de generación de energía. Se espera que se inviertan en torno a los 2 billones de dólares en los próximos cinco años para construir y facilitar nuevos centros de datos tanto en los EE.UU. como a nivel global. Por ahora, la mayoría de estas inversiones se están realizando de forma directa o a través de partnerships o alianzas, en lugar de transacciones tradicionales.

Este “superciclo” de inversiones de capital liderado por la IA probablemente influirá en el mercado de M&A de dos maneras: en primer lugar, podría haber un desplazamiento de  la inversión desde una estrategia de “comprar” (a través de M&A) a una de “construir” (mediante inversiones de capital y alianzas estratégicas); en segundo lugar, se espera que surjan más oportunidades para capturar cuota de mercado y valor mediante adquisiciones estratégicas de empresas o activos posicionados dentro de la cadena de valor de la IA.

Algunos ejemplos de inversiones en centros de datos e infraestructura digital incluyen: la inversión de 9.200 millones de dólares realizada por DigitalBridge y Silver Lake en Vantage Data Centers, completada en junio de 2024; la asociación de IA entre BlackRock, Global Infrastructure Partners, Microsoft y un inversor líder en IA de Oriente Medio, anunciada en septiembre de 2024, para financiar hasta 100.000 millones de dólares; la adquisición de 16.000 millones de dólares de AirTrunk por parte de Blackstone, cerrada en diciembre de 2024; y la empresa conjunta Stargate entre OpenAI, SoftBank y Oracle, anunciada en enero de 2025, para financiar hasta 500.000 millones de dólares.

Ejemplos de inversiones en generación de energía

Un ejemplo de inversión en generación de energía es el acuerdo de compra  firmado por Microsoft en septiembre de 2024 con Constellation Energy para reiniciar el Crane Clean Energy Center (anteriormente conocido como la Unidad 1 de la Central Nuclear de Three Mile Island). Otro ejemplo es el anuncio realizado por Google, en diciembre de 2024, de una nueva asociación con el desarrollador de energía limpia Intersect Power y TPG, que planea invertir 20 mil millones de dólares en infraestructuras de energía renovable para 2030, con el objetivo de permitir la expansión de nuevas capacidades de centros de datos en los EE. UU.

Crece la presión sobre los `private equity´

En los últimos tres años ha crecido el tiempo medio de permanencia de las inversiones en las carteras de las firmas de capital privado. Se espera que en 2025 haya más empresas participadas por el capital privado que salgan al mercado debido a la creciente presión de sus inversores (limited partners) para abandonar las inversiones más antiguas. Los datos de PitchBook indican que casi la mitad de las 29.400 empresas participadas por el capital privado se mantienen en sus carteras desde el año 2020.

M&A patterns emerge

The AI Infrastructure play and the massive capital vacuum it creates

One of the latest M&A developments—and one which looks set to become a broader trend—is the growing convergence among sectors around particular themes. AI infrastructure is a case in point: the huge amount of computing power AI needs to process reams of data in a very short time requires a tidal wave of investment info semiconductors, data centers, and digital infrastructure. As a result, for the first time in decades demand is outstripping our energy capacity. Accordingly, the past few months have seen deals bringing together tech companies with energy providers and real estate players to build data centers and other major new digital infrastructure. EXAMPLES We are seeing record new capital formation through partnerships with players that had preciously not tied themselves together from big tech – the Mag 7, sovereign wealth funds, traditional PR and infrastructure. The investment needs over the next few years could easily be in over a trillion US dollars This has supercharged deals in the digital infrastructure space igniting a fire under data centers and interestingly, these deals don’t resemble traditional M&A – they have been more akin to growth capital transactions, but on a scale creating billions in investments and partnerships. We expect these new era growth capital deals to continue to proliferate in energy and data centers, in particular. However, we pause to question whether this massive capital spend will mean that big tech companies, PE and others allocate less to M&A transactions, in what would amount to a crowding out of deals as “build” replaces “buy”.

AI as a catalyst: spurring transformation and reinvention

The rise of AI plays into another major theme that will fuel M&A in 2025: corporate transformations and business model reinvention. As the AI infrastructure absorbs the capital at a record pace the onus shifts to companies across every industry to invest in leveraging AI to reinvent themselves – through the greatest catalyst in history to disrupt, reinvent, innovate and create new revenue opportunities, new partnerships, new processes and reduce costs. These have long been an essential driver of M&A activity and many global companies have announced carve-outs and disposals of some assets they deem non-core in order to refine and narrow their strategic focus. AI will act as a spur to this corporate refocusing. It promises greater growth and productivity, but also require new skills, capabilities, corporate structures, and cultures. Acquisitions can help laggards get up to speed faster, but, beyond that, a judgement of the AI readiness of potential target companies will become a necessity: dealmakers will need to build a case around how AI will or won’t affect every new deal, and we expect the thesis to state that it will impact the deal and therefore dealmakers will be forced to scenario plan and understand the sensitivities of returns.

Competitive capital

Capital availability and interest rates will be a third major driver of M&A in 2025. Yields in the leveraged loan market in the US have come down in the back half of this year, even though the rates for 10-year Treasury notes have risen. That is largely the result of growing competition between private credit —who now have almost $1.9 trillion under management—and banks returning to the lending market. Private credit shows no sign of slowing its growth. The end result is a good one for dealmakers, because it means that ever more capital is available at even more competitive prices, at a time when interest rates appear to have stabilized and may have further to fall. We note that despite cooling inflation the market remains concerned about getting inflation to the 2% target, and the US Fed just shifted its rate expectations to only 2 cuts vs four for 2025. If inflation creeps back in the market will not react kindly.

Post-election ripples: the industry effect

Finally, politics will be a wild card for M&A. For his second term as US President, Donald Trump is promising large-scale deregulation, a more favourable tax regime, the threat if not promise of tariffs, and a public-sector transformation initiative of its own focused on eliminating regulations, efficiency and cost-savings led by two entrepreneurs, Elon Musk and Vivek Ramaswamy. Even before his inauguration, key appointments to US regulatory agencies suggested a less interventionist touch in overseeing mergers and acquisition than under the Biden Administration. Yet questions remain about how far any deregulation or tax cuts could go—and whether their effect on the US and global economy would be offset by protectionist moves including tariffs on imported goods and services that could crimp growth and stoke inflation. The geopolitical world seems to have hopes of more stability and peace but there are unlimited examples of new challenges that have already cropped up including destabilization and no confidence votes in many countries such as Canada, South Korea, France and Germany and others like Syria where rebels have overthrown long standing regimes, all further clouding the geopolitical skies, without mentioning the ongoing wars. If the Trump effect is already having such far reaching implications across the world before his inauguration, what will happen on Jan 21st?

CEO confidence has improved post election. Importantly, the outright contrast between the Trump administration and its pro business fundamentals versus the restrictive policies of the prior government are duly noted. We expect major changes in key industries such as healthcare, pharma and food as the Make America Healthy Again mantra promoted by RFK Jr and his nomination as secretary of Health and Human Services. Additionally, defense, aerospace and industries selling to the government will be put under pressure as the aforementioned DOGE embarks on its mission. Technology and social media will likewise face challenges as calls for breaking up these powerhouses continue and the impact of the Tik Tok ban (or its reversal) loom large. These are just a few industries that will be in the crosshairs of the new administration and any changes could be a catalyst for M&A, particularly in the back half of 2025.

Algunas preguntas para encontrar el camino a seguir

Para tener éxito, los distintos actores que conforman el mercado de transacciones deberán estar preparados para responder a algunas preguntas difíciles, entre las cuales destacan las siguientes:

¿Cómo puede afectar la IA al modelo de negocio de la empresa que te planteas comprar? Esto requerirá un análisis crítico y la planificación de distintos escenarios, teniendo en cuenta los costes asociados a la implementación de IA en la compañía objetivo

En un mercado marcado por las altas valoraciones y la ralentización del crecimiento económico en algunos países, ¿cómo voy a poder cumplir con las expectativas de rentabilidad? Esto exigirá priorizar la creación de valor y establecer marcos de responsabilidad.

¿Qué alternativas tengo en caso de enfrentarme a una refinanciación fallida o un proceso de M&A difícil, demorado o paralizado cuando la deuda supera el valor de la empresa? En tales situaciones, será necesario tener un plan B, o incluso un plan C.

¿En qué lugares del mundo todavía hay oportunidades de inversión? Las inversiones transfronterizas pueden ser más complicadas, pero el riesgo podría valer la pena si hay encaje con la estrategia corporativa y si hacemos una evaluación previa del riesgo geopolítico del país.

¿Cuáles son las implicaciones geopolíticas, incluso para la seguridad nacional, de cualquier transacción que se esté considerando? Una cuidadosa planificación de escenarios, que incluya capacidad de respuesta y planes de contingencia, puede ayudar a generar buenos retornos en el largo plazo.

Amaneceres reales, falso amaneceres

Estos son tiempos ciertamente complicados para el mercado de M&A. Parece que todo está listo para un resurgir del mercado, tanto desde la parte compradora como de la vendedora. Sin embargo, algunos aspectos clave, como las valoraciones, los tipos de interés y la geopolítica, generan una presión y una incertidumbre que no se pueden ignorar. Las expectativas de recuperación del mercado no se han cumplido en los últimos dos años, y no hay garantías de que este nuevo amanecer para el M&A en 2025 no termine siendo otro falso amanecer. Sin embargo, esta vez, las condiciones del mercado parecen estar alineadas. Si las grandes operaciones continúan, su impulso puede convertirse rápidamente en una especie de profecía autocumplida. Las expectativas son altas, y la trayectoria del mercado probablemente no será lineal, pero estamos convencidos de que la recuperación de la actividad de M&A se va a producir en 2025, especialmente, en la segunda mitad del año. ¿Será suficiente para hacer que el mercado de M&A sea grande de nuevo? Sin duda, lo esperamos, y los mercados financieros cuentan con ello.

Nuestro análisis sobre las tendencias de M&A se basa en datos de fuentes reconocidas en el sector y en nuestra propia investigación independiente. Específicamente, el número y el valor  de las transacciones mencionados en esta publicación se refieren a transacciones anunciadas oficialmente (excluyendo los rumores y aquellas que se han retirado) en London Stock Exchange Group (LSEG) hasta el 31 de diciembre de 2024 y accesibles entre el 3 y el 6 de enero de 2025. El número de empresas en cartera del capital privado a fecha del 31 de diciembre de 2024 se basa en datos de PitchBook. Los datos sobre emisión de deuda para los mercados de bonos de alto rendimiento y los mercados de préstamos apalancados de Estados Unidos y Europa, a fecha del 31 de diciembre de 2024, se basan en información de PitchBook. Se han realizado ciertos ajustes a los datos de origen para alinearlos con el mapeo sectorial de PwC. Todas las cantidades están expresadas en dólares estadounidenses. Los megadeals se definen como aquellas operaciones con un valor superior a los 5.000 millones de dólares.

La recuperación del mercado de M&A es necesaria, aunque está yendo más lenta de lo esperado. La actividad va a repuntar en 2025, aunque no lo va a hacer de igual forma en todos los sectores. En general, se observa un acercamiento en las expectativas de precio, insalvable en meses anteriores y, aunque sigue habiendo incertidumbres económicas y geopolíticas, los inversores están aprendiendo a convivir en este entorno. Para tener éxito en este contexto va a ser necesario un profundo conocimiento de cada uno de los sectores y un enfoque muy preciso hacia la creación de valor de cada activo.

Carlos Fernández Landa, socio responsable de Transacciones de PwC España

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Carlos Fernández Landa, socio responsable de Transacciones de PwC España

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