El repunte de los niveles de inflación, los temores de una recesión mundial y la incertidumbre geopolítica, junto con altos niveles de escasez de talento en puestos cualificados y de base tecnológica, ponen sobre la mesa un nuevo reto para las áreas de Recursos Humanos de la empresas españolas: pensar en formas creativas de atraer y conservar el talento y al mismo tiempo mantener competitivos los costes salariales.
Para conocer más en profundidad el impacto que está teniendo la inflación en la gestión de personas, en PwC hemos encuestado a 53 grandes compañías españolas y les hemos preguntado por qué iniciativas están poniendo en marcha. De sus respuestas se derivan una serie de tendencias y desafíos que te contamos a continuación:
De cara a 2023, el 63% de las compañías encuestadas tienen previsto incrementar el salario base de sus profesionales por debajo del 4%, -el 40% entre el 3% y 4%-. Sólo el 34% prevé incrementos salariales por encima de esta cifra.
Las empresas se están replanteando sus paquetes retributivos para adaptarse a las necesidades de una fuerza de trabajo diversa y escasa. Dentro de sus planes tienen previsto desarrollar programas específicos para personas con alto potencial (37%), revisiones salariales puntuales fuera del ciclo normal de la organización (29%) y enfocar estos aumentos en sus trabajadores esenciales (26%). En el largo plazo, el 71% contempla cambiar sus estrategias retributivas para enfocarlas, principalmente, en la introducción de nuevos sistemas de incentivos y en la modificación de la arquitectura de los puestos de trabajo.
Las compañías esperan potenciar todo lo relacionado con el bienestar de los empleados y su experiencia dentro de la organización como principal elemento de atracción y retención. En este sentido, el 40% de las empresas que hemos entrevistado afirman que van a desarrollar tres o más iniciativas de esta índole. Así, el 60% de las compañías invertirán en la salud y bienestar de sus profesionales, el 57% en políticas de conciliación y flexibilidad, el 43% en mejorar los beneficios sociales y el 40% en inversiones de formación para su plantilla. De esta forma, la gestión del talento cobra mayor relevancia dentro de los focos estratégicos de las empresas ante un entorno marcado por la inestabilidad.
Las empresas siguen demandando profesionales digitales y cualificados pero no los encuentran. Concretamente, el 63% de las compañías entrevistadas está buscando perfiles de base tecnológica y el 51% cualificados para frenar la rotación no deseada de sus plantillas. Su búsqueda se ha convertido en la primera preocupación de las áreas de Recursos Humanos, por delante de la negociación salarial (31%) o de la poca agilidad en la contratación y la falta de candidatos externos (26%). De cara a abordar el déficit de capacidades en sus plantillas, el desarrollo interno del talento y su impulso se imponen a la búsqueda en el mercado laboral, según el 66% de los encuestados.
El contexto inflacionista está presionando al alza los costes de personal de las compañías que están pisando el acelerador de la tecnología para mejorar su eficiencia y compensar así el incremento de los precios. El 66% de las compañías encuestadas van a impulsar una mayor automatización de los procesos y 25% reasignar a personas y equipos para ganar en productividad. Otras medidas pasan por reforzar la gestión del desempeño e invertir en nuevas tecnologías.
“Las compañías españolas se encuentran en una auténtica encrucijada: atraer y retener el talento necesario para poder cumplir con sus planes de crecimiento en un entorno marcado por el fuerte crecimiento de la inflación y la necesidad de contener los costes salariales. Para ello, deben apostar por potenciar los aspectos diferenciales de su propuesta de valor, diseñar nuevos programas formativos y modelos de carrera para afrontar los retos de la transformación digital, apoyados en sistemas de compensación novedosos y disruptivos. Adicionalmente, de cara a abordar los retos planteados será relevante revisar sus modelos organizativos, simplificando y automatizando procesos, para optimizar costes y ganar en eficiencia”.
Amaia Otaola, socia de People & Organisation en PwC
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