La XX Encuesta Mundial de CEOs, elaborada por PwC a partir de la opinión de 1.379 máximos ejecutivos de todo el mundo, revela que el 50% de los primeros directivos españoles está “muy confiado” –un 40% adicional se declara “confiado”- en cumplir con las previsiones de crecimiento de sus compañías en los próximos doce meses. Unas expectativas muy por encima de las de sus homólogos en el resto del mundo -el 38%- y solo superadas por las todavía más halagüeñas de los CEOs de India, Brasil y Rumanía.
Las respuestas de los directivos dejan claro que los riesgos para la economía y las empresas españolas vienen de fuera. El optimismo de los primeros ejecutivos españoles sobre la marcha de sus compañías se torna en escepticismo cuando se les pregunta sobre la evolución de la coyuntura económica internacional.
Pero, ¿cómo será y de dónde vendrá el tirón de las empresas españolas en 2017? Los CEOs españoles esperan que el crecimiento y el incremento de la rentabilidad de sus compañías sea, fundamentalmente, orgánico –según el 83%- y como consecuencia de políticas de reducción de costes –según el 53%-. Y están priorizando sus inversiones en innovación y en capacidades digitales. En cuanto a los destinos donde ven mayores oportunidades de negocio, Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, México son, por ese orden, los mercados más atractivos para los directivos españoles.
Tanto los CEOs del resto del mundo como los españoles coinciden en señalar que las principales amenazas para el crecimiento de sus negocios son, por este orden, la incertidumbre económica global, el exceso de regulación y la inestabilidad geopolítica. Llama la atención que el 80% de los CEOs españoles esté preocupado, además, por el futuro de la zona euro como consecuencia del Brexit.
Si nos ceñimos a los aspectos estrictamente empresariales y de negocio, el mayor dolor de cabeza de los CEO españoles es la velocidad del cambio tecnológico y, ligado a éste, la entrada de nuevos competidores en el mercado. Así lo asegura el 80% de los encuestados en nuestro país. Los primeros ejecutivos españoles –el 67%- son los que consideran, por encima del resto de países, que en el futuro la automatización y la robotización van a tener un gran impacto en la reducción de sus plantillas. En esta misma línea, un 80% de los CEOs asegura que la tecnología cambiará sensiblemente la forma de competir en su sector de actividad en los próximos cinco años.
La Encuesta Mundial de CEOs de PwC, aprovechando su vigésima edición, incluye también un análisis de las opiniones de los CEOs de todo el mundo sobre los efectos de la globalización. En el lado positivo de la balanza destaca, según los máximos directivos, el impulso que ha supuesto para facilitar el movimiento de capitales, personas, bienes e información en todo el mundo. Además de haber conseguido la conectividad universal. En el negativo, que no ha servido ni para acortar la distancia entre ricos y pobres, ni para tener unos sistemas fiscales más justos ni para mejorar la lucha contra el cambio climático y la escasez de recursos naturales.
Además, los CEOs consideran que la globalización ya no está empujando el crecimiento global como lo ha venido haciendo desde 1980, y atribuye esta circunstancia a que los cambios en los ejes económicos mundiales están haciendo mucho más complicada la coordinación entre países; a la caída del consumo que se ha producido en China como consecuencia de la fase de ajuste que ha experimentado y al impacto en los flujos de capital entre países de las medidas regulatorias puestas en marcha en los inicios de la crisis financiera.